Verónica Martínez
@DiarioCoLatino
“Poner el 16 de enero como Día de las Víctimas del Conflicto Armado, es querer borrar lo que los Acuerdos establecieron”, fueron las palabras del Representante de Tutela Legal, Ovidio Mauricio, en pronunciamiento al anuncio del presidente Nayib Bukele de cambiar la conmemoración como el “Día de las Víctimas del Conflicto Armado” en lugar de “Los Acuerdos de Paz.
El pasado 16 de enero, el presidente a través de su cuenta personal de twitter expuso que “Nuestro país debe dejar de celebrar un pacto de corruptos y empezar a conmemorar a las víctimas del conflicto armado”, además ha catalogado que la guerra fue una “farsa” y un “negocio”.
Sin embargo, para las organizaciones de la memoria histórica el día de los acuerdos de Paz debe ser reconocido, no solo porque pusieron fin a 12 años del conflicto armado, sino también en honor a los miles de salvadoreños y salvadoreñas que fueron asesinados y torturados. Así como a los sobrevivientes que no pierden la esperanza de encontrar a sus familiares que fueron desaparecidos.
El cuestionamiento de las organizaciones hacia el presidente es ¿cuándo habló con las víctimas para cambiar el día de la conmemoración del 16 de enero?, puesto que aseguran que en ningún momento se sostuvo un diálogo para conocer su opinión con respecto al cambio realizado y dado que son ellos quienes sufrieron los estragos de la guerra debieron ser tomados en cuenta en su decisión.
Mientras tanto, la negativa del presidente en entregar los informes del ejército para esclarecer los hechos de la guerra les da la pauta a las organizaciones para creer que el presidente quiere continuar con la impunidad, puesto que aseguran que si hubiera voluntad política y real, los archivos ya hubieran sido abiertos para avanzar en la reparación de las víctimas.
Sofía Hernández, miembro del Comité de Madres de los desaparecidos y víctima del conflicto armado, recuerda como dos hermanos, un esposo, un hijo y sus sobrinos fueron víctimas de la desaparición forzada y que hasta la fecha de hoy desconoce su paradero, por lo que exige que haya verdad, justicia y reparación. “Ellos piden que no se abran las heridas, pero, ¿cuándo se han cerrado?”, dijo Hernández.
El 1 de noviembre de 2019, el presidente Bukele dijo estar comprometido con la verdad y enfatizó: “Si el juez nos pide de la A a la F, vamos hasta la Z”, refiriéndose a la apertura de los archivos militares relacionados con la Masacre del Mozote, pero hasta la fecha no ha habido una respuesta positiva para las víctimas.
Por esta razón, David Ortiz, de FESPAD, planteó las exigencias que tienen para el actual Gobierno con el fin de que no haga lo mismo que quienes le antecedieron. Piden que no defienda a los responsables de graves violaciones de derechos humanos, también que construya una política nacional de reparación hacia las víctimas, del cuál ya hay un mandato de la Sala de lo constitucional y que asigne fondos al presupuesto de la Nación para realizar acciones integrales de reparación.
Además, solicitan que el 30 de agosto se reconozca como el día de la desaparición forzada, así como también, “Verdad, Justicia y Reparación” para las víctimas para lograr un verdadero cierre de ese capítulo.