César Ramírez
@caralvasalvador
El expresidente Trump llamó a marchar sobre el Capitolio el 06 de enero 2021, su objetivo era impedir la certificación de Joe Biden como presidente de EE. UU., Trump impulsa a los fanáticos de extrema derecha hacia el Congreso, pero Trump no acompaña a las turbas sino que se retira a un salón privado donde parece disfrutar de su convocatoria salvaje, mientras el Capitolio es asaltado, saqueado, profanado y provoca la muerte de cinco personas; un mes después el 09 de febrero 2021 el expresidente es sometido a un nuevo proceso de impeachment el cual pretende penalizar aquella acción; los senadores desean demostrar que nadie está por encima de la ley, así funciona la ley: orden, justicia y prevención; de manera que no exista impunidad y mañana no pueda ejercer ningún cargo público.
Observar la evolución de ese trágico evento, su desarrollo y respuesta apegada a derecho, nos orienta en El Salvador como debe ser conducido el Golpe de Estado a la Asamblea Legislativa del 09 de febrero de 2020.
Un año después del 09 de febrero de 2020, la ley no ha investigado el crimen, ni ha castigado a nadie, cuando los hecho demostraron ante los ojos del mundo el despliegue militar con fuerzas especiales, armados con equipos de guerra, tanquetas blindadas, helicópteros, junto una policía nacional civil que dejó de serlo para convertirse en apéndice de la Fuerza Armada, mientras el exterior de la Asamblea era asediada por una oleada de fanáticos que a gritos pedían la cabeza de los diputados, aún más grave el presidente Bukele allana la Asamblea con sus militares, se posesiona de la silla del presidente legislativo y agrega: “Ahora creo que está muy claro quién tiene el control (…)”; un año después la justicia no ha actuado, ni se acata la destitución del ministro de Defensa, ni el director de la PNC, ni se acusa al presidente y su Consejo de Ministros de actos arbitrarios inconstitucionales.
La diferencia en el ejercicio de la ley es notable, mientras EE. UU. se ejerce la justicia, en nuestra nación reina la impunidad.
No obstante, hace una semana 01-05 enero de 2021 el presidente Bukele viaja a EE. UU., solicita entrevistas con funcionarios del presidente Joe Biden, pero nadie le recibe, quizás es una manera de recordarle que en EE. UU. el 09 de febrero 2020 no es aceptable, ni le apoyará en su aventura autoritaria.
www.cesarramirezcaralva.com