Mirna Jiménez
@DiarioColatino
El fraile brasileño y teólogo de la liberación, Frey Betto, destacó ayer la necesidad de que los salvadoreños conozcan la verdad sobre los miles de desaparecidos que dejó la guerra civil (1980-1992) lo que catalogó como un acuerdo por la verdad.
“Es importante aclarar lo más posible la historia de todas las víctimas de la guerra. Por una cuestión de justicia, por estas compañeras y compañeros nosotros tenemos que aclarar qué pasó”, afirmó en un encuentro celebrado en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO).
Dijo el también filósofo y escritor que no se puede dejar “debajo de la mesa” historias personales que deben ser siempre consideradas sagradas. “No se puede dejar en un simple número el caso de los desaparecidos sin hacer nada. Debemos investigar… jamás podemos decir que la investigación sobre las víctimas ha terminado, porque tenemos que aprender mucho de las víctimas”, recalcó.
Puso como ejemplo las víctimas de los campos de concentración creados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, cuyas investigaciones no se han cerrado a pesar de haber transcurrido ya alrededor de 60 años de esos hechos.
Betto hizo una especial mención del poeta Roque Dalton, asesinado y desaparecido en 1975, quien se convirtió en su principal referente sobre la lucha revolucionaria en El Salvador, señaló.
“Me recordé especialmente de Roque Dalton por quien yo tengo admiración y quien fue el primero que me hizo conocer El Salvador”, sostuvo.
El religioso, quien por primera vez visitó el país donde participó en el encuentro “El Salvador y el Mundo”, celebrado con motivo de los 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz, saludó al partido FMLN y mostró sus deseos de que el gobierno que hoy encabeza el presidente Salvador Sánchez Cerén logre avances en favor de la población.
“He compartido con ustedes mis inquietudes para que ustedes y el gobierno de El Salvador cometan sus propios errores, pero jamás los errores que hemos cometido en otros países”, dijo Betto, uno de los principales creadores y propulsores de la Teología de la Liberación.
El fraile dominico manifestó que “ya hay una experiencia de gobiernos progresistas con muchos logros, pero con muchos equívocos”.
El religioso reconoció que los sectores de izquierda de América Latina han cometido algunas equivocaciones en este proceso de avances de los últimos años como el hecho de considerar que solo se requería de llegar al gobierno para hacer las transformaciones que los países necesitan.
“En la cabeza de muchos de nosotros, y yo me incluyo, porque he sido parte de todo ese proceso en el gobierno de (Inacio) Lula da Silva, pensábamos equivocadamente que llegar al Gobierno significa llegar al poder y no es verdad”, reconoció.
Frei Betto dijo que, incluso, algunos grupos de poder no siempre quieren estar en el gobierno precisamente porque a este pueden controlarlo desde afuera, sin necesidad de desgastarse. “Entonces, hay que tener lucidez (para comprender) de que llegamos al Gobierno, pero no llegamos al poder”, sostuvo.
Agregó el dominico que las derecha sigue en el poder en la mayoría de los países de Latinoamérica “sobre todo porque tiene en sus manos el control de dos herramientas fundamentales para garantizar el poder: los medios de comunicación y las fuerzas armadas”.
Recordó que todos los golpes de Estado que se han consumado en Latinoamérica han tenido como característica principal la participación del gobierno de los Estados Unidos que han utilizado para ello las fuerzas armadas de estos países.
Por ello, señaló, ha sido clave en Venezuela el acompañamiento de las Fuerzas Armadas a la Revolución Bolivariana para evitar la ejecución de golpes de estado orquestados por Estados Unidos. “Una conquista impensable que (Hugo) Chávez logró en Venezuela: un gobierno progresista con apoyo de las fuerzas armadas, es casi un milagro”, dijo.
Betto dijo que en la actualidad es impensable cualquier proceso insurreccional o lucha armada en América Latina para derrotar a la derecha como los que impulsaron en el pasado los movimientos de izquierda y que solo los comerciantes de armas y la ultraderecha están interesados en acciones de ese tipo.
Por el contrario, afirmó, las fuerzas progresistas deben buscar los cambios por la vía democrática, pacífica, pero no es nada fácil, porque a pesar de que en las últimas dos décadas las izquierdas han avanzado en muchas conquistas sociales como la reducción de la desigualdad, del analfabetismo o de la mortalidad infantil, no han sido capaces de ganarle la guerra cultural a la derecha.
“No hemos logrado, por ejemplo una hegemonía ideológica en nuestros países y no lo hemos logrado muchas veces por no creer que somos capaces de crear un nuevo lenguaje que llegue al pueblo”, consideró.
El autor del libro Fidel y la Religión señaló que las izquierdas que han llegado al poder en Latinoamérica han apostado por dos vías diferentes a la hora de gobernar. Una de estas es la aplicada por los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, que optó por aliarse con las fuerzas políticas tradicionales, lo que “resultó en un desastre”.
Esto se vio claramente durante el golpe de Estado contra la presidenta Dilma Roussef, dijo Betto, donde la población no salió a las calles masivamente a defender al gobierno del Partido de los Trabajadores y apenas se vieron algunas protestas.
La otra vía es la implementada por gobiernos como el de Evo Morales de Bolivia, quien optó por incorporar y darle poder a los movimientos sociales que se han convertido en un bastión popular para avanzar en su proyecto.
En el caso de Brasil, “se aseguró una gobernabilidad de manos atadas” que impidió durante los 13 años de gobiernos de Lula y Roussef concretar reformar estructurales al modelo brasileño de exclusión.
“No se hizo ni una sola reforma estructural y hoy el Partido de los Trabajadores es víctima de la reforma política que no hizo, más también no hizo la (reforma) tributaria, la previsional, ni la agraria”, lamentó Frey Betto, quien dirigió el programa Hambre Cero, implementado durante dos años por el primer gobierno de Lula.
Contrario al caso brasileño, Morales “ha dado valor al fortalecimiento de los movimientos sociales y con el tiempo, los líderes de movimientos sociales fueron ocupando espacios en el congreso de Bolivia; hoy Evo tiene apoyo del congreso, en Brasil no se hizo ese trabajo”, resaltó.
Betto invitó a los militantes de izquierda a no separarse del pueblo para no perder sus convicciones, como les ha pasado a muchos antiguos revolucionarios que se vieron absorbidos por el sistema. “Si está bien en el Gobierno y ya no va a los pobres, cuidado, mucho cuidado”, advirtió.
Afirmó que los sectores progresistas deben de saber sus prioridades para que no les apliquen aquella consigna de que “con esta izquierda ya no necesitamos de derecha, porque la propia izquierda hace el trabajo”.
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