París/AFP
Un Airbus A320 que transportaba a 150 personas entre Barcelona y la ciudad alemana de Dusseldorf se estrelló este martes en los Alpes franceses, sin dejar ningún superviviente.
«Entre las víctimas hay españoles (…), y pasajeros de otras nacionalidades, sobre todo alemanes y probablemente turcos. No habría ninguna víctima francesa, pero no tenemos ninguna certeza al respecto», indicó el presidente francés, François Hollande.
Las autoridades franceses señalaron, en un primer momento, que había 148 personas a bordo, antes de que Oliver Wagner, el presidente de la aerolínea alemana Germanwings, que operaba el vuelo, ofreciera un nuevo balance.
El secretario de Estado francés de Transportes, Alain Vidalies, indicó que no había ningún superviviente entre los ocupantes del avión.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó estar «consternado» por la «tragedia» del accidente. Igualmente «consternada» se mostró la canciller alemana, Angela Merkel.
Hollande habló por teléfono con ella para expresarle «todo su apoyo». Y luego se reunió brevemente con el rey de España Felipe VI, que decidió anular la visita de Estado que había iniciado este martes en Francia.
En las escalinatas del Elíseo, el rey precisó que tomó la decisión junto con Hollande y tras una «conversación con el presidente Rajoy».
Una zona de difícil acceso
El avión de Germanwings, filial de bajo coste de la alemana Lufthansa, envió una llamada de emergencia sobre las 10H47 (09H47 GMT), mientras volaba a 5.000 pies (una altitud anormal), cerca de la localidad de Barcelonette, en el sureste de Francia, señaló la dirección general de la aviación civil.
«Se estrelló en el macizo de Estrop. Es una zona con nieve, inaccesible a los vehículos, pero que pudo ser sobrevolada por helicópteros», afirmó Vidalies, quien precisó que «las condiciones meteorológicas eran especialmente malas» en el momento del accidente.
Un testigo, que estaba esquiando cerca del lugar del accidente, contó a un canal de televisión francés que había «oído un enorme ruido».
Bomberos, gendarmes, personal médico y militares se dirigen hacia la zona del siniestro, precisó el portavoz del ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet.
«No conocemos los motivos de ese accidente(…) Hacemos todo lo posible para viajar al lugar de los hechos, entender lo que ocurrió y poder acoger a las familias de las víctimas en las mejores condiciones», afirmó el primer ministro francés, Manuel Valls.
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, se disponía a viajar al lugar del siniestro, junto con la embajadora de Alemania en París, Susanne Wasum-Rainer.
‘Tragedia aérea’
«Es una tragedia, una nueva tragedia aérea, conoceremos todas las causas y, por supuesto, las comunicaremos» a las autoridades españolas, alemanas y a las familias, dijo Hollande.
«Tengo la voluntad de saber si no ha habido otras consecuencias de este accidente que se produjo en una zona muy difícil de acceso», aseguró el presidente, que reconoció desconocer si el aparato había alcanzado alguna vivienda al estrellarse.
Se trata de la primera catástrofe aérea en Francia desde que se estrelló un Concorde al despegar del aeropuerto de Roissy, el 15 de julio de 2000, dejando 113 muertos.
También es el accidente aéreo que dejó más muertos en el país desde el de un avión de la compañía Turkish Airlines, que causó 346 fallecimientos, el 3 de marzo de 1974, al norte de París.
Las acciones del constructor aéreo europeo Airbus cayeron este martes justo después de conocerse el accidente. A las 11H42 (10H42 GMT), la acción retrocedía un 1,17% a 59,30 euros, reduciendo un poco sus pérdidas tras haber retrocedido más de 2%.
El grupo Airbus afirmó no «tener ninguna información» hasta el momento sobre las circunstancias del accidente. Los Airbus A320 tienen capacidad para transportar a entre 150 y 180 personas.