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1932 Ejército-insurrección-pueblo y Prensa de México

 

Caralvá

Intimissimun

Acontece una cascada de (des)información en todo nivel, los medios nacionales e internacionales, tienen versiones fragmentadas, con el signo de apoyo o rechazo a la realidad insurreccional que interpretan desde su óptica.

En todo el evento de 1932 se niega el carácter insurgente y se califica de conspiración comunista.

Recordemos que el origen de esta vorágine interpretativa surge por el golpe de estado del 2-3 de diciembre de 1931 fecha que destruye la continuidad constitucional de la República, a partir de ese momento se inaugura la peor especie de gobierno de nuestra historia: la dictadura.

El libro Balsamera bajo la guerra fría El Salvador 1932, historia intelectual de un etnocidio / Rafael Lara-Martínez San Salvador: Editorial Universidad Don Bosco, 2009 – pág. 347

“ La racionalidad jurídica inaugura un concepto de “Pueblo” particular. Esta instancia participa en las elecciones de principios de 1931; pero ante todo, rectifica la elección de una persona que hunde al país en el caos. En el caso del voto al reemplazo militar de un gobernante, la noción de “Pueblo” oscila en su interpretación. Un giro radical convierte al electorado en su conjunto en el ejército salvadoreño. A ambos los abarca la categoría “Pueblo”. El año de 1931 opera un desliz en el garante de la democracia. El electorado elige a sus nuevos mandatarios. Sin embargo, a principios de diciembre, el derecho de insurrección recae exclusivamente sobre el ejército. La institución castrense actúa por voluntad unánime. Se vuelve sinónima del “Pueblo”. El ejército es voz populi. Pág 82-

“El vuelco semántico define un procedimiento jurídico fundacional. El derecho de insurrección se le reconoce al “Pueblo”, en el momento en que se establece la sinonimia del término con el del ejército. El medio siglo de militarismo por venir será un corolario de esta decisión notarial. Se identifica una institución particular del estado con la nación en su totalidad. Más mitigada, pero tanta confianza en lo militar, resulta la máxima de José María Lemus: “los ejércitos constituyen la fuerza que representa el derecho de los pueblos”. Mejor aún, profetizando el porvenir, “el militarismo no es más que una de las formas del patriotismo”; sus antónimos pacifismo y socialismo, son “antipatrióticos”. Pág 82.

En ese rumbo de acontecimientos es crucial la interpretación histórica, concepto que se extiende hasta nuestros días, pero ese momento epistemológico no tiene fin ni en el siglo XXI.

Sobre la situación que nos interesa encontramos:

25 de enero de 1932 El manifiesto del Presidente de la República y Comandante General del Ejército Al pueblo salvadoreño… Conciudadanos: La República de El Salvador profundamente agitada por los problemas sociales y la aguda crisis económica, atraviesa por las horas difíciles de su vida independiente. En los últimos días, el Gobierno se ha visto frente a graves acontecimientos de origen comunista y, con fundamento en las leyes patrias, ha tenido la imprescindible necesidad de sofocarlos con mano fuerte…

Los conceptos reseñados en ese párrafo ubican nuestra discusión, identificando al enemigo, al pueblo, la República y sus acciones, las cuales son conocidas desde el siglo pasado, prolongado su modelo amigo-enemigo hasta el siglo XXI.

En esos días el General Martínez llama a la ciudadanía, situación que no se realizó para el Golpe de Estado, ni se consultó su legitimidad en las elecciones de enero de 1932, sin embargo sí acudió a la Asamblea para legitimar el Golpe de Estado, afirmando que ya había ganado la elección de 1931, pero omitió que fue electo vicepresidente y Arturo Araujo presidente constitucional.

De ese llamado los ciudadanos se incorporan: 26 de enero 1932 Diario Patria Llamamiento que hace la Liga de la Defensa Nacional” … Frente único de defensa nacional.

El panorama se configura contra el feroz enemigo comunista, una guerra total, (des)información en los medios de comunicación, para los periodistas internacionales el horizonte es claro ante los llamado del General Martínez.

En la esfera de (des) información:  Diario Patria 30 de enero de 1932. “Dominio absoluto del gobierno en el Departamento de Sonsonate. Crónica del Jefe de control de Prensa. Noticias falsas por radio”.

Nota de México:

“Sonsonate, 29 de enero -La estación “XEW” – Voz de la América Latina desde México” que tiene asiento en la Ciudad de los Palacios, el lunes próximo pasado por la noche, transmitió noticias falsas y alarmantes sobre los acontecimientos comunistas en nuestro país, afirmando que el comercio salvadoreño, el de la ciudad capital, en vista de la ineptitud de las tropas del Gobierno para controlar la situación, ha organizado un ejército propio compuesto por ciudadanos voluntarios. Créese que esta campaña antipatriótica tiene origen en fuentes del Soviet ruso, en la capital azteca. Se excita a la prensa salvadoreña a efecto de desmentir tales aseveraciones que perjudican el buen nombre y la confianza plena que se tiene en el actual régimen que preside el General Maximiliano H. Martínez en el exterior”.

Ese mismo día el periódico destaca en otros titulares “Batallón de voluntarios en Sensuntepeque” “Comité de Defensa organizado en diversas poblaciones de la República” San Pedro Perulapán, San Luis Talpa, Santa Tecla, Sensuntepeque.

A partir de 1932 la historia de la nación cambia para siempre.

Ahora es preocupante la invocación del concepto pueblo (insurrección) se asocie a popularidad, donde una encuesta (o media docena de tabulaciones por encargo comercial) le otorguen “derecho” constitucional para validar la reelección, muy parecido a los argumentos de 1931.

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Ver también

Nacimiento. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 21 de diciembre de 2024