Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Las velas de cebo arden bajo los cuatro maderos entrelazados en una especie de enclave, los sonidos del tambor, el pito y caracoles dan inicio al ceremonial indígena de presentar sus respetos al Corazón del Cielo, al Corazón de la Tierra, al Corazón del Aire y al Corazón del Mar.
La ceremonia se enmarcó en la conmemoración de las víctimas de la “Masacre de 1932” que diezmó a la población indígena, producto del despojo de sus tierras comunales a manos del gobierno del dictador Maximiliano Hernández Martínez.
El evento cultural tuvo como invitados a varios representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país, funcionarios de gobierno así como los pueblos indígenas.
Juliana Ama de Chile en la ceremonia exigió: “queremos que la mujer indígena sea tomada en cuenta en los procesos económicos, sociales y de administración de un país. Y sabemos que eso no está lejos porque entramos en la era de la energía de la mujer (Báktun)”.
Sobre el rescate de la memoria el historiador Carlos Consalvi, conocido como “Santiago” durante el conflicto armado y director del Museo de la Palabra y La Imagen, explicó el trabajo que vienen realizando junto a los pueblos indígenas en el rescate de su historia.
“Este es un documental sobre la insurrección indígena de 1932 que contiene el registro de 80 testimonios, que causó un gran impacto, al que se le impuso el silencio, pero ahora los sobrevivientes nos contaron sus historias”, reseñó.
Asimismo, María Inés Ruz Zañartu, embajadora de Chile en El Salvador invitada a la ceremonia, expresó su solidaridad con el pueblo y en especial con la mujer indígena que inicia una nueva era para trabajar de manera unida y salir de la invisibilidad social e histórica.
“Lamento sinceramente no haber estado antes, porque este es mi último año. Y estoy aquí en representación de la presidente Michel Bachelet, cuya labor en Chile ha tenido un eje muy importante en la recuperación de la memoria. Y creó el Museo de la Memoria que hoy en día es una institución muy visitada y ha permitido sacar del silencio la represión y el silencio impuesto en Chile durante la dictadura”, manifestó.
Ángel Ibarra, viceministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), afirmó que la ceremonia era para conmemorar a los abuelos de 1932 que fueron asesinados por defender la tierra. Y como un acto de desagravio ante las acciones del partido ARENA que inicia siempre su campaña electoral en Izalco donde revive ese genocidio.
“Los discursos de ellos es la continuidad de las balas que salieron de los maussers para asesinar a nuestros abuelos y abuelas. Cuando masacraron en 1932 a este humilde pueblo sus asesinos se equivocaron al pensar que matándolos iban a terminar con esa cosmovisión de la tierra de todos, pero se equivocaron porque lo que hicieron fue arraigar a nuestros abuelos en la memoria, y nos sentimos orgullosos de ser descendientes de nuestros nahua-pipiles, kakawiras y lencas”, argumentó.
Betty Pérez, representante del Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS), fue también de la opinión que el partido ARENA, lejos de generar convivencia, aumentaban la presión sobre los pueblos indígenas.
“Ese acto electoral que realiza aquí el partido ARENA es una afrenta al pueblo indígena, una falta de respeto total. Porque si todos creemos en un Dios, ¿cómo es posible que el domingo le pide paz y tranquilidad, pero cuando llega el lunes trata mal a sus empleados? Nosotros ahora estamos trabajando por la unidad de los pueblos indígenas de todo el territorio nacional y queremos visibilizar todos nuestros aportes”, acotó.
En cuanto al PLANPAES, Betty Pérez afirmó que el gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén ha iniciado de manera oportuna esta iniciativa, aunque reiteró la necesidad de fortalecer su ampliación.
“Desde la Colonia nunca se han interesado en los pueblos indígenas, hasta hace dos gobiernos que nos han permitido conformar una política, pero necesitamos más participación de todos los pueblos y del Estado”, indicó.
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