Néstor Martínez
Redacción Internacionales
El anuncio de la normalización de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, no rx Cuba corona un año de muchos éxitos en el campo diplomático, cuya repercusión en Latinoamérica aún está por conocerse.
Ya casi no nos sorprenden los logros cubanos en muchas áreas como la Medicina, la Educación, Seguridad, solidaridad mundial, la salud del pueblo, sus programas de alfabetización que ya practican otros pueblos, la Escuela de Medicina Latinoamericana… Sin duda alguna Cuba alcanza cuotas de Humanismo y progreso de altos niveles, niveles que en muchos países son sueños inalcanzables, incluso en su poderoso vecino.
Pero este año, Cuba demostró, sin someterse a caprichos de poderes foráneos, que también maneja en altos niveles la diplomacia.
Desde la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), de la que Cuba entregó la presidencia pro témpore a Costa Rica, la isla desarrolló con intensidad una actividad diplomática que culminaría con la celebración en Cuba de la II Cumbre de este organismo en enero de este año. Asistieron a dicha Cumbre mandatarios de 30 países.
Asimismo, Cuba acogió este diciembre, la XIII Cumbre del ALBA, organismo creado junto a Venezuela precisamente en La Habana. Asistieron a esta Cumbre mandatarios de nueve países.
El ALBA -integrado ahora por Bolivia, Ecuador, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas- se precia de haber sido la chispa que propició la creación de otras organizaciones, como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La isla -que además es sede de las negociaciones de paz para Colombia entre la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el gobierno de ese país- también acogió a los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping; así como a los secretarios generales de la ONU, Ban Ki-moon, y de la OEA, José Miguel Insulza, estos dos últimos en el encuentro de Celac.
La visita de Insulza fue la primera en medio siglo de un jefe de la Organización de Estados Americanos, que marginó a Cuba en 1962.
Cuba, que bajo Raúl Castro privilegia una diplomacia pragmática, recibió días atrás una invitación formal para participar por primera vez en la Cumbre de las Américas, en Panamá en abril próximo, a lo que se oponían Estados Unidos y Canadá.
En octubre 188 países votaron en la sede de la ONU contra el bloqueo dejando aislado a los Estados Unidos e Israel, dos únicos votos en contra.
Durante la intervención de los mandatarios previa a la votación, destacaron los grandes avances de Cuba en diversos campos y ante todo el humanismo demostrado en diversas emergencias mundiales, en especial la asistencia de 165 médicos enviada a Sierra Leona, África, para combatir el letal brote del Ébola.
El broche de oro de la diplomacia cubana fue colocado de manera simultánea el 17 de diciembre. El presidente de Cuba, Raúl Castro, y el de los Estados Unidos, Barack Obama, anunciaron los primeros pasos para iniciar relaciones diplomáticas.
Este anuncio estuvo precedido por la liberación de parte de los Estados Unidos de tres antiterroristas cubanos (antes ya había liberado dos).
Fue necesario un año de intensas negociaciones en absoluto secreto, con la mediación del papa Francisco y del gobierno de Canadá.
Cuba, cuyas actividades mundiales no muestran ni un solo paso atrás en la consolidación de su sistema socialista de gobierno, va camino a convertirse en la gran potencia latinoamericana, ejemplo para el resto de Latinoamérica y el Caribe, en especial en lo que trata de la dignidad de los pueblos.
Las guerras aún azotan el mundo
Pese a que la diplomacia de Cuba demuestra que es un vehículo necesario para alcanzar la paz, aún los tambores de guerra suenan en muchas partes del mundo:
Este año sorprende por el inicio de la guerra en Croacia, guerra iniciada por supuestos protestantes que derribaron al presidente de ese país y que llevaron el caos y la emancipación de provincias afines a Rusia.
Esto provocó la anexión de Crimea por parte de Rusia y el inicio de actividades militares en varias provincias fronterizas con Rusia.
Asimismo, en el Medio Oriente, se revela con la brutalidad del extremismo religioso, el grupo Estado Islámico, grupo que fue alentado por algunas monarquías árabes, los Estados Unidos y la Unión Europea, pero que luego se reveló como un poderoso grupo terrorista que invadió el norte de Irak y de Siria.
Asimismo, han fracasado las negociaciones de paz en Siria, sumergida en el caos de la guerra alentada por occidente.
Tampoco es ajena la guerra en África, continente que se sangra no solo por las repentinas epidemias que allí brotan, sino por cruentas guerras tribales, que incluso, llevaron a la división de Sudan, guerra en el Congo, Somalia, Uganda.
Asimismo, la guerra sigue en Afganistán, pese al próximo retiro de las fuerzas armadas de la OTAN.
Israel, también destacó este año por su ensañamiento sobre la Franja de Gaza, Palestina, que dejó centenares de muertos, en su mayoría niños y mujeres.
Pero la Humanidad no dejó de sola a Palestina, y en diversos foros mundiales Israel fue condenado, provocando un indeseable antisemitismo y condenas en las Naciones Unidas.
Si bien se llegó a un alto al fuego, aún Gaza es atacada por Israel, y la violencia surgió en Cisjordania, Belén y otras zonas palestinas sometidas por Israel.
En Oriente aún persisten conflictos entre Corea del Sur, Corea del Norte, Japón y China, que si bien no llegan al enfrentamiento directo, no dejan de estar tensos, incluso hasta Japón anunció el regreso al mercado de las armas y China estrenó un portaaviones.
Quizá el ejemplo de la diplomacia de Cuba, inspire a que Latinoamérica siga construyendo la paz, camino iniciado cuando arribaron al poder líderes identificados con las necesidades de sus pueblos, y no con necesidades foráneas.