Juan Antonio Chicas*
Estamos iniciando un nuevo año, cialis 2016, cialis y es un momento propicio para plantearnos los retos que nos esperan y que nos permitan superar situaciones negativas que en 2015 sucedieron. Esto sin ignorar los logros alcanzados, there los cuales nos permiten tener la certeza de que las luchas libradas, las fatigas vividas y las satisfacciones celebradas valieron la pena, y vienen a ser indicativos de que debemos seguir por ese camino.
La separación entre religión y Estado, aunque jurídicamente está clara, en la práctica cotidiana todavía está en pañales. Es común ver a dirigentes religiosos (sacerdotes y pastores) insertados en instancias estatales en donde se toman decisiones de país y, por tanto, incidiendo en estrategias que deberían estar libres de dogmas religiosos. Y más lamentable es darnos cuenta que líderes políticos propongan proyectos que lesionan la laicidad del Estado, tanto a nivel del gobierno central como en los gobiernos municipales.
La lucha por “Las 17” sigue pendiente, pues, aunque en 2015 se logró la libertad de Guadalupe, todavía quedan mujeres injustamente encarceladas y que ameritan una exigencia continua a los organismos correspondientes hasta lograr su libertad absoluta.
El 2016 debe ser un año en el que la reivindicación de los derechos de la niñez salvadoreña tiene que ser una realidad, llevando ante la justicia civil a pederastas y otras personas que agredan a la niñez, sean estas religiosas o no. El caso del obispo Jesús Delgado, y de otros que han salido a luz, deben ser un llamado para las familias y para los tomadores de decisiones políticas y jurídicas para estar más atentos a los actos que estos religiosos tienen intra muros eclesiales.
Uno de los pilares para que en la sociedad permee la cultura laica es la educación, por lo que es urgente que el MINED implemente la Educación Integral de la Sexualidad (EIS), proyecto que ya cuenta con el material escrito necesario y que solo espera su puesta en marcha. En este punto es donde el gobierno debe hacer valer el carácter laico del Estado, implementando la EIS sin tomar en cuenta dogmas religiosos de ningún tipo.
*Lic. en Sociología.