Mirna Jiménez
Diario Colatino
El general Mauricio Ernesto Vargas, uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz por el lado del Gobierno, considera que el acuerdo salvadoreño es el más exitoso en el mundo.
“De los procesos que yo conozco, no por ser salvadoreño ni por haber estado en la firma de los acuerdos de paz (pero) hasta ahora el proceso más exitoso de la negociación de la búsqueda de una paz es el salvadoreño”, afirmó quien fuera uno de los jefes militares más importantes durante la guerra civil 1980-1992.
Vargas comparó el proceso salvadoreño con otros desarrollados en naciones de la región como Guatemala, cuyos logros no se vieron, según su opinión; así como Colombia recientemente, cuyo proceso de pacificación ya enfrenta fallas de origen, destacó.
“Yo sí creo que la paz está presente, lo que pueden haber son deficiencias en el crecimiento de la institucionalidad, lo que pueden existir son la violencia pandilleril, el problema económico, la polarización política; está una serie de elementos y yo creo que como sociedad tenemos que hacernos un análisis”, señaló el ex militar.
Vargas dijo, sin embargo, que este 25 aniversario de la firma de los acuerdos, que se cumplen este 16 de enero, debe generar un proceso de reflexión, más que simplemente conmemorar la fecha, debido a que en los últimos años se han venido cerrando los puentes de entendimiento entre los diferentes sectores de la sociedad.
“Los primeros 10 años aproximadamente desde la firma de los acuerdos de paz íbamos en un camino bastante adecuado, llegábamos a acuerdos, pero de los 10 años para acá se nos comenzó a olvidar de dónde veníamos, a dónde estábamos y cómo estábamos”, dijo el ex jefe militar.
Según el firmante de los acuerdos, el país ha “involucionado políticamente” y la polarización se ha hecho más fuerte. “Lo que encuentro en la sociedad política es un posicionamiento y agarramiento de llave impresionantemente grande”, señaló.
Para Vargas, uno de los déficit actuales es un rezago del sistema de partidos políticos, cuyos liderazgos no han sido capaces de avanzar. “La modernización del sistema político no se ha dado como nosotros lo esperábamos. Y han surgido más los componentes ideológicos que andan por ahí como fantasmas o están sacando del ropero una cantidad de fantasmas”, destacó.
El militar retirado manifestó que el objetivo principal de los Acuerdos de Paz fue la reforma al “sistema político” y todo se circunscribió al sistema político, por ahí sale que porqué no se hizo nada en la parte económica y social, y lo más que se pudo hacer es una reforma y se creó el Foro Económico y Social, pero que no funcionó no es problema del acuerdo”, sostuvo Vargas.
Acuerdo no podía resolver la pobreza
Por su parte, el ex dirigente del FMLN y firmante de los Acuerdos de Paz, Salvador Samayoa, manifestó que es comprensible que la gente sienta frustración porque la firma de la paz no implicó mejorías en otras áreas como el bienestar social y económico, pero que esta debe tener claro que los acuerdos no solo no pretendían abarcar estos puntos sino que era difícil embarcarse en esos objetivos.
“Por su propia naturaleza salir adelante con superar niveles históricos de pobreza o de subdesarrollo requiere 20, 25, 30 años. En el acuerdo hubiera sido una locura que pretendiéramos pautarle las políticas económicas y los programas y los planes que tenían que seguir los próximos 5 o seis gobierno para sacar al país de la pobreza, eso es ridículo, eso no podía ocurrir, hubiera sido un mal planteamiento o una estafa a la gente”, señaló Samayoa también presente en el programa 8 en punto de Canal 33.
Para Samayoa, la situación económica de un país se mejora “después de años de hacer políticas, planes y programas coherentes, inteligentes, consistentes, y eso es lo que no ha ocurrido en nuestro país”, señaló.
A criterio del exjefe guerrillero, quienes están en deuda a ese nivel de sacar de la pobreza a tanta gente, no es el acuerdo de paz, sino las élites económicas y políticas del país. “El acuerdo de paz lo que legó fue un escenario democrático, de reglas de juego y con el compromiso de resolver nuestras diferencias de manera civilizada; el acuerdo también legó unas reformas constitucionales en el sistema político para que hubiera elecciones creíbles y limpias que no había antes, un órgano judicial que tuviera la independencia que no tenía antes”, recalcó el exdirigente del FMLN.