Tiempos violentos, post cuarentena
Por: Waldemar Romero
“Con las disculpas del caso, por retomar el título para la distribución en Latinoamérica, de Pulp Fiction de Quentin Tarantino”.
Como muchas veces, el epílogo de un buen libro junto a su título puede ser el ancla ideal para un lector. También como ocurre con la sinapsis, una bella transmisión, así juega un papel parecido un encabezado o amarre inicial o en su defecto un tráiler que puede capturar a un buen cinéfilo emergente o uno ya consagrado. El contexto social de últimos meses o los restantes al año 2020, sólo nos puede dejar entre ver los acontecimientos de coyuntura que tendremos que vivir para los que será la post cuarentena. El auge de los feminicidios a crecido en últimos meses durante la emergencia y es curioso como ninguna institución, ministro o parte del Ejecutivo no se ha pronunciado en vista de lo sucedido o ser críticos ante los hechos, pero parece ser, no lo harán nunca.
Por otro lado, el plan de Control Territorial sólo ha sido un montaje para que la Asamblea Legislativa siga aprobando más fondos que nunca serán o han sido fiscalizados, y enfáticamente podemos suponer que no han tenido los resultados que los asesores presidenciales afirmaban una tras otra vez, que erradicarían en gran porcentaje la violencia desproporcional de los últimos años.
Hablemos del centro de San Salvador, su economía varada y estancada con un 80% de comercios, entre restaurantes, cafeterías, librerías, tiendas de ropa en banca rota, sin ningún ingreso económico en los últimos tres meses, y sin la posibilidad de préstamos con tasas de interés bajas para su recuperación, con planillas que no se pueden seguir sosteniendo.
Faltaría una larga y extensa ponencia sobre que será culturalmente del Centro Histórico en los próximos meses con un Ministerio de Cultura flojo sin planes de verdaderos proyectos socio culturales.
Entonces, ¿que nos queda? será la pregunta de las próximas jornadas… sensibilizar a la población al caos económico y social, hacer análisis de las consecuencias de una cuarentena forzada y compararla a países europeos y suramericanos con planes y recuperaciones económicas totalmente diferentes. No es imposible hacer una analogía económica, sobre un contexto social e histórico burdo, con una demencia senil trascendental.
Imagínense, los grandes robos en gestiones pasadas fueron precisamente en Estados de Emergencia, y por lo visto cuando pasen alrededor de dos años o más, simplemente serán las redes sociales las que seguirán recordando como bitácora todo los que hemos pasado en los últimos meses. Con el único salvo conducto que está vez la confabulación fue de parte de un 97% de la población que ha comprobado que en un país tan pequeño como el nuestro, ha resultado con mayor efectiva, un cerco sanitario militarizado e inconstitucional, que controlar el accionar de las pandillas y el modus operandi del narco menudeo, pero eso ya sería una crónica de más cien folios…
Los “tiempos violentos” no son precisamente de una violencia desmesurada. La política como la cultura. La socialización será violenta dentro de la misma palabra o la historia nos dará un lugar en ella de una manera que pocos queramos recordar. La calles como tal, serán un cuento de ficción para muchos, de la misma forma que pareciera este sesgo de política-cultura esta resultando ser para nuestro pobre presente. Ficción.
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