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Morena Rojas/Colaboración
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Finalmente llegó el turno para el público salvadoreño, check ellos y una resplandeciente luna se convirtieron en los cómplices perfectos de las confidencias del guapísimo y talentoso Alejandro Fernández, sildenafil quien como siempre lo hace subió imponente al escenario –vistiendo un traje completamente negro- para ofrecer un show que no está demás decir fue más que espectacular.
Poseedor de una inigualable calidad interpretativa, nurse “El Potrillo” como es conocido en el ambiente artístico llegó al país como parte de su “Confidencias World Tour”, se hizo acompañar de sus 12 músicos y brindó un repertorio que dejó satisfecho a todos los que se dieron cita el sábado a las instalaciones del estadio Jorge “Mágico” González.
El reloj marcaba las 9:55 p.m. cuando se apagaron las luces de un escenario impresionante que incorporó cinco pantallas gigantes, de manera que todos pudiesen tener una buena visibilidad; e inmediatamente apareció el artista en escena para deleitar con su primer tema “Cóncavo y convexo”, la antesala de lo que sería una velada en la que imperó el romanticismo, las emociones a flor de piel, la histeria, gritos y aplausos para este mexicano que derrocha calidad vocal en cada uno de sus temas.
“Buenas noches, muchísimas gracias por venir, es un verdadero placer estar en EL Salvador nuevamente con ustedes mis confidentes, gracias por acompañarnos, hoy vamos a tener una noche maravillosa. ¿Están listos?”, fueron las primeras palabras de Alejandro hacia el público, luego de haberles ofrecido el tema “Se me va la voz”.
El recinto deportivo sin duda se convirtió en un escenario “Mágico” ante cada interpretación del mexicano, quien complació a sus fans con un repertorio que incluyó temas de la mayoría de sus producciones discográficas, mismas que fueron coreadas a todo pulmón.
Canciones como: “Hoy tengo ganas de ti”, “Qué voy a hacer con mi amor”, “Tu amor me hace bien”, “Cuando digo tu nombre”, “Porque te quiero”, “Te voy a perder” y “Canta corazón”, entre otras desataron la euforia de los asistentes.
“Muchísimas gracias, ¿cómo se la están pasando? Llegó el momento especial de la noche. Vamos a cantarles 3 canciones que gracias a los medios y sobre todo a ustedes que permitieron que se convirtieran en éxitos de mi catálogo musical. Ahora si vamos a desnudarnos… pero del alma y el corazón, la condición es que me ayuden a cantarlas, sobre todo aquellos hombres que tienen una gran licenciatura en dedicarse a perder a la persona que se ama”, dijo el mexicano para luego darle paso a “Me dediqué a perderte”, “Si yo no sé olvidar” y “Si tú supieras”, temas que le dieron rienda suelta al romanticismo de los presentes.
Posteriormente se dio un pequeño intermedio, “El Potrillo” retornó al escenario vestido de charro, con su mariachi, desatando la euforia –del sexo femenino en su mayoría- y dando paso a temas exitosos como “Mátalas”, “Qué lástima”, “Cascos ligeros”, “Si tú te vas”, “Loco”, “Nube viajera”, “Sin tantita pena” y “Como quien pierde una estrella”, por mencionar algunas.
Luego de dos horas de excelentes interpretaciones y para despedirse de los salvadoreños, Alejandro recalcó: “Honor a quien honor merece. A quien se merece mi respeto, admiración, amor… a mí padre”; y por supuesto llegó inmediatamente el homenaje a su padre Vicente Fernández, por lo que se dispuso a cantar algunos éxitos, entre los que destacaron “Las llaves de mi alma”, “Por tu maldito amor”, “Mujeres divinas”, “Para siempre”, “Hermoso cariño”, “Estos celos” y “Acá entre nos”.
“Gracias El Salvador, hasta la próxima” se despidió lanzando besos a su público luego de otros veinticinco minutos en su repertorio. Sin duda el cierre no pudo ser mejor, nuevamente el público quedó satisfecho con la presentación de “El Potrillo”, pues con cada una de sus interpretaciones su profesionalismo siempre queda en evidencia, volviéndolo uno de los artistas más queridos de México, El Salvador y el mundo.
