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Rebeca Henríquez
@RebeHenriquez
A 44 años del asesinato de Monseñor Romero, el santo de la iglesia católica “vive en su pueblo”, manifestó el Comité Nacional Monseñor Romero, al conmemorar el martirio del Santo.
Monseñor Romero es una de las figuras más importantes de la iglesia católica salvadoreña y latinoamericana, quien fue un incansable luchador a favor de los pobres y contra la represión.
Luego de la misa que se realizó el domingo, en conmemoración del martirio de San Romero de América, en la Capilla del Hospital Divina Providencia, donde fue asesinado, hace 44 años por Marino Samayor Acosta, un exsargento de la extinta Guardia Nacional, y perteneciente a uno de los escuadrones de la muerte creados por el mayor retirado Roberto D’Aubuisson.
D’Aubuisson ha sido señalado de ser el autor intelectual del Magnicidio del ahora San Romero de América.
La peregrinación tuvo tres estaciones: la Plaza del Divino Salvador del Mundo, Parque Cuscatlán y la Catedral Metropolitana.
Ana Moreno, coordinadora del Comité de Monseñor Romero, de San Vicente, enfatizó que el conmemorar esta fecha es sinónimo de “lucha”, la que tuvo en su momento Monseñor por los pobres y por los más necesitados.
Monseñor Romero alzó la voz contra la represión. Esa misma voz se alza hoy desde el cielo por las incontables violaciones a los derechos humanos y por los diferentes casos de lesa humanidad que siguen en la impunidad.
La coordinadora también aseguró que Monseñor Romero ha resucitado en el pueblo, como el santo lo dijo en su momento. “Como cristiano, no creo en la muerte sin resurrección. Si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño”, y reconoció que las nuevas generaciones también deben ser conocedores de las obras y de las acciones por las que tanto luchó y murió.
Según Moreno, el país ha tenido un grave retroceso en materia de derechos humanos y comparó la actual situación del país con los años 80. Además, aseguró que es la juventud, la que no vivió la represión del conflicto armado, es la misma que permite que las actuales situaciones de violación a los derechos humanos.
“Monseñor Romero ha resucitado en el pueblo salvadoreño y van aquí las nuevas generaciones, que creen que monseñor Romero es el santo de nuestro país y está luchando la defensa de este pueblo”, agregó.
El coordinador del Comite, José Mirio González dijo: “Monseñor Romero no solo fue un pastor, sino un profeta y mártir. Se convirtió en un ícono de los derechos humanos de este país, y defendió en medio de las balas a este pueblo, y lo mínimo que podemos hacer es conmemorar esta fecha, cuando él fue asesinado por un francotirador orientado por D’Aubuisson, y ese crimen todavía está impune”.
Para González, en un contexto actual del Estado salvadoreño, Monseñor Romero hubiese defendido las violaciones a las leyes que ha ejecutado el Gobierno de turno, al violar la Constitución y optar por un segundo mandato presidencial, y sobre el mal uso del dinero del pueblo que deja sin obras a la misma población.
“Hay una manipulación mediática que venden mentiras como verdades y verdades como mentiras, es el problema de este Gobierno, que está tratando de borrar la historia y desconociendo los hechos, cuando todos hemos sido perseguidos, hemos sido torturados y capturados, yo fui víctima de la guerra (…), por eso es necesario trabajar mucho con la gente para que conozca su historia verdadera” enfatizó González.
En la santa misa de catedral, el arzobispado de San Salvador, José Luis Escobar Alas alegó que “ojalá nosotros fuéramos más imitadores de Cristo, es lo que han hecho los Santos, lo que hizo nuestro Santo, San Óscar Arnulfo Romero, se asemejó a Cristo tanto; tres años de pastor de esta diócesis, como tres años Cristo vivió, y cómo vivió abatido por sus asesinos, también Monseñor Romero”.
