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La vida martirial del padre Rutilio Grande es recordada y conmemorada, por feligreses, sacerdotes y pueblo en general, que camina en la calle principal del Paisnal. Foto Diario Co Latino/Iván Escobar.

A 48 años del martirial. El padre Rutilio Grande sigue cuidando a su pueblo

Junto al padre Rutilio Grande también murieron dos de sus colaboradores, Manuel Solórzano y el joven Nelson Lemus. En la actualidad los tres han sido beatificados y llevan un proceso en Roma donde están siendo valorados para elevarlos a los altares, es decir, declararlos santos, ya que fueron asesinados por el odio a la fe.

Iván Escobar

Redacción Nacionales

» Yo sé que el padre Rutilio me cuida siempre, por eso les invito a pedirle con fe, fue una gran persona, y siempre lo  tendré en cuenta en mi espíritu», son algunas de las palabras que compartió Amanda de Cardona, quien fue secretaria y amiga del sacerdote Rutilio Grande, y que este 12 de marzo de 2024, ante el monumento de las «tres cruces», se recordó su muerte y se conmemoró el 48 aniversario del asesinato de él y sus dos acompañantes.

Fue en el año de 1977 cuando el padre Rutilio perdió la vida en una emboscada, perpetrada por una escuadrón de la muerte de la ex tinta Guardia Nacional, en esos años la situación social y política del país era peligrosa, debido a la  represión y persecución contra toda voz crítica al régimen de la época.

El religioso se dirigía a El Paisnal, como parte de los oficios religiosos de la novena de San José, cuando fueron interceptados por un grupo de hombres, que les dispararon a sangre fría. Se sabe que días antes las amenazas contra el padre Rutilio habían aumentado.

Junto a él también murieron dos de sus seguidores, Manuel Solórzano y el joven Nelson Lemus. En la actualidad los tres han sido beatificados y llevan un proceso en el Vaticano, Roma, donde están siendo valorados para elevarlos a los altares, es decir, declararlos santos, ya que fueron asesinados por el odio a la fe.

Al lugar llegaron integrantes de organizaciones sociales, defensoras de los derechos humanos, religiosos nacionales y extranjeros, y pobladores de distintos puntos del país para ser parte del 48 aniversario del martirio de Rutilio Grande. Foto Diario Co Latino/Iván Escobar.

Esto porque la voz del padre Rutilio incomodó a las familias terratenientes que explotaban la mano de obra de humildes campesinos, por la siembra de la caña; molestó incluso a religiosos y sectores conservadores, ya que él tenía  interés de que su gente entendiera las causas de la situación que se vivía.

A 48 años de este suceso, en “Las Tres Cruces”, del Paisnal, la población, feligreses y Amanda siguen recordando la trágica muerte de estos tres hombres, pero en especial al padre Rutilio.

La mujer, con voz entrecortada, se dirigió a los presentes y  compartió como conoció al padre Rutilio, sus experiencias, las amenazas que recibía el religioso y las cuales eran del conocimiento de los feligreses más cercanos y de  ella.

Así como también  la fatídica fecha de su crimen, junto a sus dos acompañantes y cuyos asesinos eran parte de los Escuadrones de la Muerte.

Amanda fue amiga y secretaria del padre Rutilio, le acompañó en todas sus obras religiosas en la comunidad El Paisnal, donde mucho le recuerdan y extrañan a pesar del tiempo.

La mujer remarcó que las palabras del sacerdote mártir están presentes en ella y tiene una profunda conexión con él, al agregar  “yo sé que el padre Rutilio me cuida siempre».

En esta conmemoración Amanda mostró una carta de puño y letra del religioso, que le había escrito unos días antes de su crimen.
Asegura que la carta se salvó,  y es hoy un documento histórico que ella guarda con mucho aprecio, y la da a conocer como un testimonio real del amor del padre Rutilio a su gente, a su pueblo, al cual defendió hasta su muerte.

Grande, sin pretenderlo, tenía un liderazgo indiscutible con el pueblo, destaca el padre Jon Sobrino, en 1992, en el escrito de presentación del libro del padre Salvador Carranza, “Romero-Rutilio vidas encontradas”.
Este miércoles 12 de 2025, en la calle principal del Paisnal,  cientos de personas se concentraron ante el monumento de «Las Tres Cruces»,  lugar donde sucedió el crimen. Las pancartas, fotografías, flores y canciones no faltaron, para recordar a quienes fueron víctimas inocentes de la opresión en el país.

Desde ahí realizaron la tradicional caminata hasta el templo donde están las tumbas de los tres mártires,  y que su comunidad sigue acompañando y recordando con cariño.

Al lugar llegaron integranes de organizaciones sociales, defensoras de los derechos humanos, religiosos nacionales y extranjeros,  y pobladores de distintos puntos del país para ser parte del 48 aniversario del martirio.

El crimen del padre Rutilio fue un golpe a la iglesia Católica de aquel tiempo, y fue un dolor profundo para Mons. Oscar Arnulfo Romero, amigo de Rutilio.

Al lugar llegaron integrantes de organizaciones sociales, defensoras de los derechos humanos, religiosos nacionales y extranjeros, y pobladores de distintos puntos del país para ser parte del 48 aniversario del martirio de Rutilio Grande. Foto Diario Co Latino/Iván Escobar.Al lugar llegaron integrantes de organizaciones sociales, defensoras de los derechos humanos, religiosos nacionales y extranjeros, y pobladores de distintos puntos del país para ser parte del 48 aniversario del martirio de Rutilio Grande. Foto Diario Co Latino/Iván Escobar.

 

Muchos consideran que la “transformación” que habría sufrido Mons. Romero fue a partir del asesinato del padre Rutilio, amigo de gran peso, y en quien el Arzobispo, veía a una persona comprometida con la iglesia, pero, sobre todo, en que la comunidad entendiera e interpretara la palabra de Dios.

Y es que las misas oficiadas por Rutilio estaban cargadas de interrogantes, de cuestionamientos y también los feligreses podían contestar o escuchar respuestas que les permitían entender la palabra.

“El cristiano no tiene enemigos. Son nuestros hermanos Caínes. No odiamos a nadie. El amor, que es conflictivo y que exige en los creyentes y en la iglesia como cuerpo, la violencia moral. No he dicho violencia física. ¡La violencia moral! – lo digo para la grabadora, porque vi a lo largo del camino grabadoras que no son de los fieles que oían al Padre Mario; son de los traidores de la palabra de Dios! –…” comentó en aquella homilía de Apopa donde a iniciativa de él, la iglesia se expresaba en defensa de un párroco que había sido expulsado.

“…sorpresivamente ha sido expulsado con violencia moral de hechos precipitados en cadena… contra todos los derechos humanos y lamento que en mi tierra esto ocurra…”, señaló en esa ocasión en defensa del padre Mario.

 

Remarcaba ante la feligresía católica, que “…ser sacerdote hoy en nuestro país…un pobre sacerdote o un pobre catequista de nuestra comunidad, se le calumniará. Prácticamente es ilegal ser cristiano auténtico en nuestro medio…las estadísticas de nuestro pequeño país son pavorosas a nivel de salud, de cultura, de criminalidad, de subsistencia, de la tenencia de la tierra. Todo lo arropamos con una falsa hipocresía y con obras suntuosas”, cuestionaba Rutilio, según el registro que dejó en su libro, el padre Carranza.

Amanda de Cardona fue amiga, y secretaria del padre Rutilio, le acompañó en todas sus obras religiosas en la comunidad El Paisnal. Foto Diario Co Latino/Iván Escobar.

En este contexto,  Lorena Martínez, de  CRIPDES llegó junto a una delegación del Reino Unido,  que está en el país conociendo el trabajo de esta organización histórica,  y compartiendo con jóvenes que forman parte de un esfuerzo de memoria histórica y las Mujeres Guardianas, que a través del sus testimonios materializan las acciones en torno a la memoria y resguardo de la misma.

«Estamos haciendo presencia junto a la gente siempre porque este es un hecho que no lo podemos dejar pasar ni olvidar…aquí junto con los jóvenes estamos haciendo trabajo, este monumento de las tres cruces, nos conecta con la memoria y esta historia», precisó.

Al tiempo que dijo que a pesar de los obstáculos,  y las voces desde el poder que intentan borrar todo lo relacionado a nuestra memoria histórica, las organizaciones como CRIPDES trabajan día a día para resguardar y valorar los esfuerzos de aquellas mujeres y hombres que ofrendaron sus vidas, a manos de regímenes intolerantes y represivos.

Es con las Juventudes y las experiencias de aquellos que sufrieron el conflicto que se sanaran las heridas y conociendo la historia como se busca no volver a caer en las violaciones del pasado, por eso la importancia de recordar estas fechas y a sus mártires, indicó.

Y hay que hacer conciencia en los jóvenes y recordar al padre Tilo, como también era conocido por su pueblo, como  un hombre dedicado a la labor pastoral, a emprender la misión formadora y educadora.

Esto era lo que hacía al hablar con la gente, y hacerle ver la necesidad de organizarse para saber exigir sus derechos. Fue enfático con la clase política de la época, al decirles “No somos políticos ni gamonales…somos misioneros…sencillamente anunciadores del Evangelio…para unos será buena noticia; para otros puño de sal que arde en gangrena abierta…”, texto tomado del “Pequeño evangelio de Rutilio Grande.

En la calle principal del Paisnal, cientos de personas se concentraron ante el monumento de «Las Tres Cruces»,  lugar donde sucedió el crimen. Foto Diario Co Latino/Iván Escobar.

 

Han pasado 48 años del crimen del padre Rutilio, de Nelson y don Manuel. Un crimen que estremeció al pueblo salvadoreño y en particular a la iglesia Católica, pues era el primer religioso que además de amenazarle constantemente por su trabajo, se cumplía el asesinato, como vía directa para callar una voz incómoda.

La concentración en conmemoración de los 48 años terminó con una caminata hasta el pueblo, donde se celebró la eucaristía.

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