Por Sakher Abou El Oun
Gaza/AFP
Egipto sigue intentando llevar a palestinos e israelíes a la mesa de negociaciones para poner fin a la guerra en Gaza, que cumple este martes 50 días de hostilidades que han dejado más de 2.100 muertos en el enclave palestino.
El último alto el fuego duró nueve días, y puso fin a negociaciones en las que cada cual defiende intransigentemente su posición: cualquier acuerdo debe incluir el final al bloqueo de Gaza, insisten los palestinos, mientras que los israelíes piden la desmilitarización de la franja y rechazan negociar «bajo las bombas».
Este martes volvieron a lanzarse cohetes palestinos contra el Estado hebreo, que proseguía sus sangrientos bombardeos con drones, matando a dos palestinos.
Los dos edificios más altos de Gaza
Además, este martes dos edificios de 14 y 16 pisos –con varios apartamentos residenciales habitados por numerosas familias– fueron reducidos a escombros tras haber sido alcanzados por más de una decena de misiles.
En la madrugada, 25 personas resultaron heridas, según los servicios de socorro palestinos, cuando el primer edificio de 16 pisos se derrumbó bajo las bombas.
El ejército israelí había previamente llamado a los residentes a dejar «inmediatamente» el edificio, «ya que iba a bombardearlo», según contó un residente del barrio.
«Todos corrieron a la calle para protegerse» relata a la AFP. Las bombas destruyeron 60 apartamentos, un centro comercial y decenas de tiendas de esta torre.
Un poco más tarde, otro edificio que alberga la sede de la radio del Frente Popular de Liberacion de Palestina (FPLP), y el principal movimiento de izquierda, Sawt al Shaab (La voz del pueblo, en árabe) fue en gran parte destruido. Este bombardeo dejó 15 heridos.
El movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, denunció estas destrucciones, y las calificó de «crimen de guerra y una inaceptable venganza de Israel contra los gazatíes para intimidarlos».
El brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezedin al Qassam, afirnó haber replicado con «un disparo contra Haifa (norte de Israel) y cuatro contra Tel-Aviv». Estos lanzamientos de cohetes no alcanzaron estas ciudades, según el ejército israelí.
Así, la guerra en Gaza, que ha matado ya a 2.136 palestinos, la mayoría civiles, y 68 israelíes (64 soldados), se ha reanudado con fuerza desde hace una semana tras la ruptura de la tregua y la consecuente interrupción de las negociaciones.
‘Lejos’ de un acuerdo global
La reanudación de esas negociaciones es ahora incierta. Pese a algunas propuestas, se está aún «lejos» de un acuerdo global que prevea la reconstrucción de Gaza a cambio de su desmilitarización, advirtió el ministro de Ciencias, Yaakov Peri, que tiene estatuto de observador en el gabinete de seguridad israelí.
Funcionarios palestinos aludieron a una nueva propuesta egipcia que incluiría «un alto el fuego temporal que permita abrir pasos en las fronteras (de Gaza) para dejar ingresar ayuda humanitaria y material de reconstrucción», aunque se postergarían «un mes» las negociaciones sobre asuntos más «espinosos».
La Yihad Islámica, segunda fuerza en la Franja de Gaza, advirtió no obstante que el «éxito de los contactos depende de que se tomen o no en cuenta las exigencias palestinas»: la primera de ellas es el levantamiento del bloqueo que asfixia desde 2006 a los 1.8 millones de gazatíes e impide la entrada de numerosos productos, entre ellos los necesarios materiales de construcción.
En el plano diplomático, los palestinos se preparan para exigir que la comunidad internacional fije una fecha tope para el fin de la ocupación israelí de los Territorios Palestinos.
Si su exigencia no es escuchada, aseguran que se adherirán a la Corte Penal Internacional (CPI), lo que les permitiría encausar a los responsables israelíes por las operaciones militares en la Franja de Gaza.
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Fotografía: Palestinos inspeccionan los restos de Al-Basha, un edificio destruido por un ataque de Israel contra la ciudad de Gaza este martes. (Foto Diario Co Latino/AFP/Mohammed Abed)