Samuel Amaya
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Décimo día de la huelga de hambre. El Sindicato de Trabajadores de la Asamblea Legislativa (SITRAL), uno de los dos sindicatos del Órgano Legislativo, realiza esta medida de protesta desde el lunes 17 de mayo, para exigir estabilidad laboral en el cargo, ya que trabajadores que han servido a la institución por más de 10, 15 o 20 años han despedidos por esta Asamblea dominada por Nuevas Ideas.
En el pasillo que conduce hacia una de las entradas al Salón Azul, se encuentran 5 trabajadores encima de colchonetas para disminuir lo frío y duro del piso, ya que 10 días han pasado desde que implementaron esta protesta, desde entonces, 7 personas la iniciaron. El lunes, en horas de la mañana, trasladaron a un centro hospitalario a Marta Baires, trabajadora que presentó síntomas de deshidratación y parálisis facial.
El martes en horas de la tarde, trasladaron a Margarita Ramírez, una trabajadora de 64 años que por los días transcurridos en la huelga, ya no pudo retener líquidos, entre ellos, el agua y el suero, Cruz Verde Salvadoreña la trasladó hacia el ISSS general, según comentaron los miembros de SITRAL.
La organización sindical ha manifestado que no darán “ni un paso atrás”, pues Luis Ortega, secretario general del SITRAL, dijo estar firme con su postura de defender los derechos de los trabajadores, pues días atrás, denunció que a muchos de los trabajadores que sí habían cumplido una función en su trabajo por mucho tiempo, fueron despedidos.
Ortega, quien fue el principal autor en denunciar las plazas fantasmas en el recinto legislativo, ha reiterado que no se opone a la “limpieza laboral” de la Asamblea, a lo que sí se opone es al despido de aquellos trabajadores que cuentan con una carrera administrativa laboral, pues han servido a la institución, por ello, exigen una mesa de diálogo con el presidente de la Asamblea, Ernesto Castro.
Por su parte, Castro ha reiterado que “esperará” las condiciones necesarias para establecer dicha mesa de diálogo, aunque ya se reunió con el otro movimiento sindical, el Sindicato de Empleados y Empleadas de la Asamblea Legislativa (SEAL), que es afín a los intereses del oficialismo. En estas reuniones ha tratado sobre los beneficios, entre ellos: guarderías, horas extras, uniformes, mejoras de instalaciones, entre otras.