El 16 de enero de 1992 marca un antes y un después en la historia de El Salvador. Ese día, view hace veintitrés años firmamos los Acuerdos de Paz, cialis cerrando una etapa de confrontación e iniciando la construcción de democracia y bienestar para nuestro país.
Está grabado en nuestros corazones la alegría con la que el pueblo salió a las calles a celebrar un nuevo tiempo de paz y esperanzas de un futuro mejor. Todos los salvadoreños y salvadoreñas vivimos y celebramos intensamente el fin de los doce años del conflicto.
El exitoso proceso de diálogo y negociación que concluyó con la firma de los Acuerdos de Paz en El Salvador es un ejemplo al mundo de cómo fuerzas diametralmente opuestas pueden concluir y sobreponerse a un ciclo de convulsión y dolor poniendo al centro los intereses del país. Ese mismo espíritu debe continuar guiándonos en los nuevos desafíos que enfrentamos como nación.
Por ello, hemos convertido el diálogo permanente en nuestra forma de gobernar, porque los Acuerdos de Paz nos demostraron que es la mejor y única manera para alcanzar consensos y construir sólidos acuerdos para el bienestar y desarrollo de nuestra gente.
Así como en aquel entonces los salvadoreños logramos alcanzar un histórico Acuerdo de Nación, hoy nuestro país nos llama a que nos unamos todos los sectores, a poner nuevamente al centro los intereses de país, y poder así enfrentar y superar el problema de la inseguridad ciudadana.
Por eso hemos puesto mucho empeño en el fortalecimiento del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia, que incluye a representantes de todos los sectores de la ciudadanía, cuyas propuestas surgidas de las mesas técnicas serán fundamentales en esta lucha por la tranquilidad de nuestras familias.
Ser uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz me compromete cada día a ser fiel al principio de servicio al pueblo, y a seguir trabajando arduamente por la profundización de la democracia y la construcción de un El Salvador próspero, educado y seguro.
Me llena de inmensa alegría celebrar junto al pueblo salvadoreño este 23 aniversario de la firma de los Acuerdos de paz, cuya luz sigue guiándonos hacia las grandes transformaciones que pertenecen a nuestro pueblo.
¡Sigamos adelante!