Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
La emoción en la voz de Eduardo García, coordinador de Pro Búsqueda, va en aumento, en el recuento de logros en jurisprudencia y derechos humanos de una organización emblemática que indaga sobre la niñez desaparecida, durante el conflicto armado de los años ochenta.
Fue en 1993, luego de la firma de los Acuerdos de Paz, un grupo de padres y madres despojados de sus hijas e hijos, en operaciones militares como la “Guinda de Mayo”, en 1981, se abocaron al padre jesuita Jon Cortina, en busca de respuestas como afectados de la guerra.
Ahora, con 443 casos resueltos de 963 registrados y un anteproyecto de Ley de Reparación Integral a Víctimas en la Asamblea Legislativa, Eduardo abriga la esperanza de otra realidad para esta población sobreviviente de la guerra.
¿Qué lectura tienes de estos 24 años?
-A nivel de justicia estamos igual que hace 24 años, todavía no se le ha dado la debida justicia y reparación a las víctimas, pero en ese mismo tiempo, Pro Búsqueda ha aportado mucho socialmente con 443 casos resueltos, tres sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) un caso en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y estamos aportando en dos legislaciones el Banco de Perfiles Genéticos.
¿Banco de Perfiles Genéticos?
-Nos servirá para exhumaciones e identificación de fosas. Estamos realizando una amplia campaña de “toma de muestras” para establecer una amplia base estadística genética poblacional, se están tomando entre 700 a mil 400 patrones, que manda como el mínimo y máximo en la base estadística. Y que pone en el mapa a El Salvador porque será la primera base genética estadística en Centroamérica.
Porque hasta ahora, cada vez que se perdía un salvadoreño migrante en Estados Unidos, y se rescataba la osamenta tenía base de comparación con México, Estados Unidos o Sur América, ahora estará El Salvador, esto abrirá la esperanza para Nicaragua, Honduras y Guatemala.
¿Entonces no es solo para la niñez que fue desaparecida forzosamente?
-Es para toda la sociedad y nos va a servir de comparación e identificación de personas, a través de los marcadores genéticos que tiene la población. Excluyendo los más comunes para comparar sobre los que son menos comunes y dando más certeza de la que se tiene ahora. Se podrán identificar personas que han sido víctimas, producto del crimen organizado, migrantes, desaparecidos, cementerios clandestinos y búsqueda de desaparecidos durante el conflicto armado.
¿De ahí su campaña?
-Sí, la campaña de recolección de ADN (prueba genética), queremos que jóvenes que durante el conflicto armado eran menores de 18 años y tienen dudas sobre su identidad, les pedimos que soliciten información a Pro Búsqueda en www.probusqueda.org.sv o llamar al 2235-1039, donde trataremos el caso de forma confidencial. La estrategia con la campaña, al igual que presentar una legislación que haga referencia al Banco de Perfiles Genéticos, su administración y cómo proceder con exhumaciones más actualizadas, es facilitar a la población que ha sido víctima del conflicto la identificación de sus seres queridos, incidir en las instancias del Estado, y el funcionariato para enseñarle y darle nuevas herramientas para un mejor desempeño con las víctimas.
¿En qué otros aspectos ha incidido Probúsqueda con las víctimas?
-Sin duda somos parte de la creación de una Comisión Nacional de Búsqueda para Niños Desaparecidos por parte del Ejecutivo, así como la Comisión Nacional de Búsqueda de Adultos o de esas reivindicaciones históricas que hablan del 30 agosto, como el Día de la Persona Víctima de Desaparición Forzada y de una legislación y jurisprudencia presentada ante la Asamblea Legislativa para beneficiar sobre todo a las víctimas del conflicto armado. En habeas corpus presentados tenemos el reconocimiento por segunda vez en el país a las personas no nacidas como víctima de desaparición y como víctima también a un niña o niño que no había nacido todavía, incluso en su período de gestación, cuando desaparecieron a su mamá en estado de embarazo. Otro habeas corpus logró establecer que no solo la Fuerza Armada es responsable en el pasado, de lo que ocurrió, también el Ministerio de Defensa y Estado Mayor que durante todos estos años a la actualidad han guardado silencio y obstaculizado a la justicia, al denegar información. Y la Ley de Acceso a la Información, que gracias a Pro Búsqueda en el 2005 logramos la sentencia de las hermanitas Serrano Cruz (Erlinda y Ernestina) que la Corte le mandó al Estado salvadoreño a quitar todo obstáculo para tener derecho a la información.
¿Cómo integrar el anteproyecto de reparación y la reconciliación?
-Por la experiencia que he tenido ahora en la comisión ad hoc (Asamblea Legislativa) entiendo que son bastante conscientes los diputados y diputadas que integran esta comisión que el mandato de la Sala de lo Constitucional, va más allá de crear una simple comisión para elaborar una legislación y que necesariamente debe articularse con la participación de las víctimas.
¿Cuál ha sido la reacción de las víctimas y la comisión ad hoc?
-Hoy las víctimas que estuvieron presentes en la comisión ad hoc les dijeron a los diputados “ustedes saben que no son de nuestra confianza y hemos pedido que se recusen porque tienen intereses, pero sería muy interesante que sean ustedes los que vayan a la Asamblea Legislativa a pedir que el 30 de agosto sea declarado Día Nacional de las Personas Víctimas de Desaparición Forzada. Y acepten el término de ‘forzada’, que reconoce los atropellos a los que fuimos sometidos”.
¿Es largo el camino de Pro Búsqueda?
-Déjame ser sincero, ojalá que Probúsqueda no hubiera tenido necesidad de existir porque hubo un Estado responsable que hizo lo que tenía que hacer. Que Probúsqueda nunca hubiera tenido que llevar un caso ante la justicia, porque el sistema judicial era capaz para judicializar a los agresores y que Probúsqueda nunca hubiera tenido que hacer una campaña de ADN, para que una madre diera un abrazo a su hijo, porque previó esos casos. Y ojalá que nunca este Estado necesitara de una Pro Búsqueda.
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