Poeta mártir de la Revolución salvadoreña. fundador de la Resistencia Nacional (FARN)
EL 10 de Noviembre se cumplieron 27 años de la heróica caída del poeta Alfonso Hernández, en 1988. Cuyo nombre de guerra fue Cmdt. “Gonzalo”. Cayó junto a dos de sus compañeros en un enfrentamiento en la Quinta Girasol, Cantón el Bambú en las faldas del volcán de San Salvador, a unos 15 kilómetros de la capital. Para ese entonces, la máxima dirigencia del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), denunció a través de la voz guerrillera Radio Venceremos: “Que el cadáver del poeta fue decapitado… Este acto inhumano y cruel pone de manifiesto que el reciente cambio en el mando de las Fuerzas Armadas traerá como consecuencia inmediata el recrudecimiento de las violaciones a los Derechos Humanos, agrego”. (Salpress-Notisal, 1988) .
En su quehacer literario, a la par de su militancia obtuvo algunos premios en poesía. Hasta la hora de su muerte había publicado los siguientes libros: “Poemas” (1974). “Cartas a Irene y otros poemas” (1975). “Del Hombre al Corazón del mundo” (1976). “País Memoria de muerte” (1978) “Poesía en armas” (1979) y en el frente de guerra en Guazapa, escribió: “La Cruzada de los niños” (1981), “Escrivivir” (1982), “Viaje a la humedad” (1983), “León de Piedra” (Ensayo testimonio de la lucha de clases en El Salvador, 1982). Este libro ayuda a comprender el proceso de la lucha revolucionaria dentro de la lucha de clases en el país. Un año después de su muerte se publicó una antología póstuma: “Esta es la Hora” (Selección de Alfonso Quijada Urías y Alfonso Velis Tobar, Ediciones Roque Dalton, México, Managua, 1989) En sus escritos, deja la labor de investigar más sobre su obra, rescatar alguna poesía y narrativa inédita (incluyendo su novela extraviada en Nicaragua, que venía trabajando: “Vamos a la Vuelta de Toro Toro Gil”. Uno de sus capítulos se publicó en Letra Viva del periódico universitario, Nro. 10. Octubre 15 de 1979. También la editorial Izote con presentación de Mauricio Marquina y Reyes Gilberto Arévalo, publicaron “Viaje a la humedad” en 1997. ASTAC (Asociación de trabajadores por el arte cultura salvadoreña), en homenaje a su nombre, con el anual “Certamen Alfonso Hernández”, evento que estimulaba la creación literaria, sobre todo en cuento y en poesía o testimonio con un sentido liberador; reflejo de una cultura de resistencia a favor siempre del pueblo. Alfonso Hernández Cmdt. Gonzalo y quienes lo conocimos, reconocemos lo incansable en la lucha por el oprimido, un verdadero patriota, un ente incansable en la lucha revolucionaria. El ejemplo abnegado, su actitud militante. Fiel a la poesía, fiel a la revolución y así como decía nuestra revolución, nuestra historia misma está hecha, a imagen y semejanza de los mejores hombres del pueblo. Reconozco en Alfonso “Chiquitón” mi hermano, un amigo, un compañero y con quien supimos en familia y con el otro Alfonso Quijada. Nuestras mujeres colaboraban también en los afanes de la militancia con la pasión consecuente de la poesía en aras de la revolución y amor fraternal que supimos encontrar en el camino de nuestra vida. Por ello la noticia de su muerte “Fue increíble -dijo llorando el hermano Quijada Urías- indescriptible por horrenda, acude a mi mente la imagen de una manada de chacales destrozando un ciervo o la furia de un jabalí que introduce su colmillo en el corazón del colibrí”
Alfonso Hernández cayó ante los verdugos de la Policía de Hacienda, quienes lo decapitaron salvajemente y según se sabe su cabeza nunca fue encontrada. “Macabro” crimen tal como sucediera con Juan el Bautista por Herodes, quien lanzo injurias contra los Cesares del Imperio romano, y Alfonso luchando con las armas en la mano, lanzó improperios contra los Reagan y los Bush del imperio Yanqui quienes apoyaban a la dictadura militarista para reprimir al pueblo en su justa guerra de liberación nacional. Aquí presentamos algunos de sus poemas. Selección responsable por Alfonso Velis Tobar y Alfonso Quijada Urias. / Nov/ 2015/