BARTHOLOMÉ DE PAZZ*
ENSAYO FILOSÓFICO ARTÍSTICO: «POESÍA, EDADES Y TIEMPOS». HOMENAJE AL HOMBRE, AL SER HUMANO, AL MAESTRO, AL AMIGO: A NUESTRO «SÍMBOLO POÉTICO, EL SALVADOR, CA. *ALEXANDER CAMPOS*.
**El tiempo y el verbo**
El tiempo es un concepto elusivo y universal, una corriente que fluye entre los dedos, un río que nunca se detiene. En su incesante movimiento, nos ofrece momentos de risa y de llanto, de vida y de muerte. En este vaivén, la poesía emerge como un faro, iluminando nuestras experiencias y dándole sentido a las estaciones de nuestra existencia. En El Salvador, un país pequeño pero inmenso en su riqueza cultural, encontramos la figura de Alexander Campos un símbolo poético que encapsula esta dualidad del tiempo en su palabra y verbo.
**El tiempo, ciclo universal de vida**
La vida es un ciclo, un eterno retorno de experiencias que se entrelazan. Hay un tiempo para reír, un tiempo para llorar, un tiempo para vivir y un tiempo para morir. Cada uno de estos momentos es un verso en el poema de nuestra existencia. La risa, por ejemplo, es un eco de la alegría que nos conecta con los demás, un puente que une corazones en un instante de felicidad compartida. En cambio, el llanto es un río de emociones que fluye desde lo más profundo de nuestro ser, un recordatorio de nuestra eterna vulnerabilidad y humanidad.
Alexander Campos, en su obra poética filosófica, nos invita a reflexionar sobre estos ciclos. Su poesía es un espejo en el que vemos reflejadas nuestras propias vivencias. Nos recuerda que cada lágrima derramada es un paso hacia la sanación, y que cada risa compartida es un acto de resistencia ante las adversidades. En su voz, encontramos la sabiduría de un poeta que ha vivido las alegrías y las tristezas de su tierra, un testigo de la historia de este pequeño gran país.
**La poesía, refugio de sueños**
En tiempos de incertidumbre, la poesía se convierte en un refugio. En un país marcado por la violencia y la desigualdad, las palabras de Campos resuenan con fuerza inagotable. Su poesía es un canto de esperanza, un llamado a la unidad y a la paz. A través de sus versos, nos invita a mirar más allá de la oscuridad y a encontrar la luz en medio de la tormenta. La poesía, entonces, se transforma en un acto de acerada resistencia, una forma de reivindicar nuestra humanidad y nuestra capacidad de soñar.
La obra de Campos también nos recuerda que el tiempo es un maestro. Nos enseña que cada etapa de la vida tiene su propósito, que cada experiencia, ya sea buena o mala, contribuye a nuestro crecimiento. La juventud, con su ímpetu y su energía, es un tiempo de exploración y descubrimiento. La madurez, por otro lado, trae consigo la sabiduría y la reflexión. Y en la vejez, encontramos la serenidad de quienes han vivido plenamente sus ciclos y sus refugios.
**La dualidad del ser. La resiliencia**
La poesía de Alexander Campos también explora la dualidad del ser humano. Somos seres de luz y sombra, de alegría y tristeza, de idas y vueltas. En cada uno de nosotros habita un universo de emociones, y la poesía se convierte en el hilo que teje y desteje estas experiencias. En sus versos, encontramos la lucha interna entre el deseo de vivir plenamente y el temor a la pérdida. Esta dualidad es parte de nuestra naturaleza, y aceptar esta complejidad es esencial para encontrar la paz interior. Ese cambio tan necesario para ser resiliente.
La obra, la palabra, la voz de este poeta nos invita a abrazar nuestras contradicciones. Nos recuerda que está bien sentir tristeza en medio de la alegría, y que el dolor puede ser un catalizador para el crecimiento. En este sentido, la poesía de Campos se convierte en un vehículo para la sanación, un espacio donde podemos explorar nuestras emociones sin juicios, sin anti juicios y sin censuras.
**Homenaje al Poeta**
Hoy, al rendir homenaje a Alexander Campos, celebramos no sólo su obra, sino también su legado. Su poesía es un testimonio de la resiliencia de un pueblo que ha enfrentado innumerables desafíos. En sus palabras, encontramos la fuerza, el tino para seguir adelante, creyendo en la inspiración para elevarnos al sueño y en la esperanza para construir un mundo más vivible.
La figura de Campos trasciende el tiempo. Su voz resuena en cada rincón de El Salvador, en cada corazón que ha encontrado consuelo en sus versos. Es un Símbolo Poético que en permanente concordancia nos recuerda que, a pesar de las adversidades, siempre hay un tiempo para reír, un tiempo para llorar, un tiempo para vivir y un tiempo para morir. Y en cada uno de esos momentos, la poesía nos acompaña, guiando nuestro viaje a través de la vida.
**Conclusión: Tiempo para la poesía**
En conclusión, la poesía es un regalo que nos permite explorar la complejidad de nuestras emociones y experiencias. En El Salvador, la figura de Alexander Campos se erige como un faro de luz en la oscuridad, un estandarte de esperanza y resistencia. Su obra nos invita a reflexionar sobre el tiempo, a abrazar nuestras dualidades y a encontrar la belleza en cada momento de nuestra corta o coartada vida.
Así sea en cada risa o en cada lágrima, en cada vida o en cada muerte, la poesía seguirá siendo el hilo conductor que hilvana nuestras historias. Será un canto eterno que resuene en el corazón de quienes habitamos esta tierra. En el tiempo que nos ha sido dado, celebremos la sonoridad de la poesía y honremos a aquellos que, como Alexander Campos, han dedicado su vida, en el tiempo y el espacio, a iluminar nuestro camino.
¡Loor eterno POETA!
*El Poeta/Escritor Irreverente
San Vicente, El Salvador.
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