En las últimas semanas, concretamente desde la cadena nacional de radio y televisión del 5 de julio, Bukele ha estado en el ojo del huracán político. Esto significa que ha recibido críticas en abundancia, contrario a los tradicionales halagos a los que lo tienen acostumbrado sus seguidores, tanto nacionales como extranjeros.
La aún alta popularidad de la que goza el ahora inconstitucional presidente Bukele comienza a sufrir fricciones, que tarde o temprano le restarán algún porcentaje de la aceptación popular.
El más reciente revés recibido por el presidente Bukele fue la afrenta mundial que le hizo su “amigo” republicano Donald Trump. Decimos mundial porque la noche del jueves, cuando Donald Trump fue nominado oficialmente como candidato presidencial de los Estados Unidos por el partido Republicano, todo el mundo estaba pendiente del discurso del candidato.
Y fue en ese discurso que Trump se refirió a Bukele pero, esta vez, no para adularlo por su liderazgo, sino por su “falsedad”, por “mentiroso”.
“En El Salvador, los asesinatos han bajado un 70%, ¿Por qué han bajado?, ahora él (Nayib Bukele) te convencería de que es porque ha entrenado a asesinos para que sean personas maravillosas… han bajado porque están enviado a sus asesinos a Estados Unidos, esto va a ser muy malo, y van a pasar cosas malas y lo estamos viendo pasar todo el tiempo, por eso, para mantener a nuestras familias a salvo, la plataforma republicana promete lanzar la mayor operación de deportación en la historia de nuestro país”, expresó Trump.
Que Trump denuncie que Bukele ha mandado a los pandilleros a Estados Unidos, y que los regresará deportados de forma masiva, es un revés para Bukele en dos sentidos. En primer lugar, porque si bien bajo el Régimen de Excepción tiene en prisión a más de 80 mil personas, entre ellas 250 ciudadanos estadounidenses, no es cierto que todos sean pandilleros, como lo han registrado varias organizaciones defensoras de los derechos humanos. Se calcula que más de 25 mil de los capturados son inocentes.
En segundo lugar, ninguno de los prisioneros son los jefes de las tres principales estructuras criminales: MS, Barrio 18 Sur y Revolucionarios. Estos han sido capturados en México, unos, y deportados a Estados Unidos porque eran reclamados por la justicia de aquel país. Otros, casi un centenar han sido capturados en Guatemala, Honduras, Nicaragua y hasta en Panamá.
Es decir, los líderes de las estructuras criminales soslayaron el Régimen por su propia cuenta o con ayuda de funcionarios del gobierno de Bukele, como ocurrió con el “Crook”, que fue sacado de una cárcel de máxima seguridad en El Salvador y sacado custodiado por el gobierno de Bukele a México, según un reportaje periodístico.
Para el analista político Marvin Aguilar, las declaraciones de Trump: “Es un gran golpe político para el presidente Bukele desde donde quiera que se vea (…) el tuit del presidente (Bukele) se queda corto (…) en un minuto y medio Trump ha botado todo el discurso de seguridad de 5 años”.
Otra afrenta contra Bukele la protagonizaron los vendedores del mercado, hasta hoy, pues, Bukele, a sabiendas de que no era posible realizarlo, ordenó a los importadores y vendedores al menudo de las hortalizas bajarles precios inmediatamente. Es más, Bukele ordenó vender 15 tomates por un dólar.
Como era de esperarse, los consumidores que llegaron al día siguiente a los mercados para adquirir tomates a 15 por el dólar se encontraron con la realidad: los tomates a tres o cuatro por el dólar, como estaban hasta antes de la cadena. Y así ha seguido la dinámica del proceso de compraventa de las hortalizas, con los precios de acuerdo con el mercado, y no con el capricho de Bukele. Tanto compradores como vendedores confrontaron la realidad del mercado versus la realidad virtual y propagandística de Bukele.
El tercer tema que le ha generado descontento a Bukele fue, por un lado, aceptar que sus diputados, además de sus cuatro mil dólares de salarios, recibían 14 mil 500 mensuales, lo cual siempre fue negado por los diputados, pero, al ser revelado por Bukele, han intentado justificarlo de cualquier forma. Sin embargo, ante los ojos de sus mismos votantes, que no son fanáticos, esas explicaciones no son aceptadas, por lo menos así ha sido plasmado en las redes sociales.
Es que Bukele le ordenó al presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, rebajarle $2,500 a los diputados, por lo que, a partir de este mes, en vez de recibir $14,500, además de los $4,000 de salario, se les entreguen $11,000. Así, se confirma el hecho de que Bukele acepta que se siga dando a los diputados fondos públicos más allá de su salario, en vez de quitarlo.
La gente no ha quedado conforme con la reducción, pues lo que preferían era eliminar ese gasto, además, porque los diputados de Nuevas Ideas no necesitan asesores, pues, solo se dedican a “puchar el botón”. Por eso decimos: a Bukele le ha “llovido sobre mojado”.