Santa Clara/EEUU/dpa
A México le sobra lo que a Chile le está faltando: mientras el «Tri» cuenta con tres arqueros en tan buen nivel que el entrenador Juan Carlos Osorio no termina de decidirse por ninguno, la «Roja» está sufriendo por el bajón futbolístico que atraviesa Claudio Bravo, titular indiscutido para el técnico Juan Antonio Pizzi.
«Al igual que en otras posiciones, vamos a darle oportunidad a los tres porteros y ya veremos», anticipó Osorio antes del inicio de la Copa América Centenario y cumplió con su palabra.
Ante Uruguay atajó Alfredo Talavera, frente a Jamaica lo hizo Guillermo Ochoa y con Venezuela ocupó el arco Jesús Corona. Los tres aprobaron con buena nota, aunque la pequeña ventaja la tomó el «Memo» Ochoa, portero titular en el Mundial de Brasil 2014, que mantuvo su valla invicta ante los jamaicanos.
En cambio, a Talavera lo venció un soberbio cabezazo del uruguayo Diego Godín, mientras que a Corona lo derrotó una volea del venezolano José Velázquez, remates en ambos casos inatajables.
«Me basaré en el rendimiento, en el nivel de cada uno de ellos y en el rival que nos corresponda. Nada tiene que ver la rotación», dijo el colombiano tras el partido ante Venezuela, antes de saber que el adversario en cuartos iba a ser Chile.
De acuerdo a la valoración del seleccionador, a cada portero le encuentra virtudes diferentes. De Talavera elogia su capacidad para cortar el juego aéreo, a Ochoa le destaca sus reflejos y de Corona dice encontrar una mezcla de los otros dos.
A Ochoa y a Corona, Osorio les dedicó elogios puntuales por sus tareas. «Las atajadas de Guillermo fueron tan importantes como los goles de Chicharito u Oribe», dijo después del partido del «Memo» ante Jamaica. «Jesús tuvo un buen comportamiento, fue valiente, tiene confianza y está para competir cuando sea necesario», señaló tras el juego del «Chuy» ante Venezuela.
De Talavera, el que más atajó bajo su gestión con cuatro partidos de diez, había dicho que «tiene talento para emigrar a Europa». Todavía hay que esperar que evaluación hace el colombiano sobre el juego de la «Roja» para finalmente decidirse por un portero.
Chile parece ser la contracara. El flojo nivel que viene mostrando Bravo en el torneo ya disparó algunas críticas, pero al técnico Pizzi ni se le atraviesa por la cabeza la idea de reemplazarlo.
«Claudio no es solamente mi arquero titular, sino que también es el capitán de esta generación de jugadores que le ha dado muchas alegrías al pueblo», recordó el seleccionador chileno.
«Es el jugador con más partidos y, además de respetarlo como futbolista, lo respeto como profesional», prosiguió el entrenador argentino en su defensa del arquero del Barcelona.
En lo que va del certamen, Bravo recibió cinco goles, en los que en mayor o menor medida, tuvo responsabilidad. Los dos tantos que le anotó Panamá en la última jornada llegaron como consecuencia de respuestas muy poco convicentes, primero ante un remate lejano de Miguel Camargo y luego ante un cabezazo en apariencia inofensivo de Abdiel Arroyo.
Ante Argentina en el debut, el capitán chileno ya había recibido cuestionamientos porque ambos tantos albicelestes llegaron por disparos al primer palo, aunque en el segundo se vio perjudicado por el desvío en un compañero tras el remate de Ever Banega.
En el gol de Bolivia, un violento tiro libre de Jhasmany Campos, el reproche se dio porque el remate fue muy lejano y hacia el palo que debía custodiar el arquero.
«Estoy seguro de que va a superar la amargura que puede tener por alguna acción de partido», añadió Pizzi, para cerrar cualquier discusión.
En Chile, el bajón de Bravo lo atribuyen al problema de salud que atraviesa su hija recién nacida, situación que casi lo margina del certamen, aunque finalmente decidió unirse al equipo.
Lo concreto es que el sábado en el Levi’s Stadium y por motivos bien diferentes, los porteros de México y Chile estarán bajo una lupa muy especial.