Varios son los factores que alimentan o inciden considerablemente en el incremento del índice de seguridad. Así, sovaldi sale por ejemplo, podemos citar el impacto de las armas de fuego, el entorno social y económico, la ausencia de oportunidades, la debilidad institucional, pero sobre todo, la impunidad.
De acuerdo a un informe de la Fiscalía General de la República, en el año 2013 solo se emitieron 1.8 condenas por cada 10 imputados. En el año, según el informe de la Fiscalía hubo 2,750 homicidios, de este total solo se judicializaron 1,944, y de estos fueron condenados 831. El total de imputados en los casos judicializados fue de 4,529.
Estos datos arrojan una realidad preocupante en el tema de justicia en El Salvador: la galopante impunidad.
Desgraciadamente, cuando la ciudadanía opina, gracias a la manipulación de los medios de comunicación, pues no le entregan información completa a las audiencias, lo hacen en contra de la policía, cuando los responsables directos son la Fiscalía y el sistema judicial (los juzgados).
Es claro que el delincuente comente un delito con la lógica de no ser descubierto, pero, si este delincuente, además se da cuenta de que lo que predomina en el país es la impunidad, entonces, no tendrá ningún temor, lo que lo lleva a cometer más delitos.
Es importante que la ciudadanía se de cuenta, por un lado, que el tema de la impunidad no es cuestión de la policía, o solo de la policía, sino de otros actores importantes, de allí que es necesario que el dedo acusador vaya en otra dirección y no en contra de la policía, o no solo en contra de la policía.
El caso Flores y CEL-ENEL son casos ejemplarizantes de la impunidad con la que se maneja la justicia en El Salvador. En ambos casos, por cierto, es la Fiscalía General la que está poniendo trabas para hacer justicia, a la que se suman algunos medios de comunicación, que a todas luces pujan porque los implicados queden en libertad, pese a las obvias evidencias.
Y aunque es una lástima, que bueno que los querellantes, en ambos procesos judiciales, han anunciado que acudirán ante las Naciones Unidas para denunciar el caso.
Y si en El Salvador no puede hacerse justicia, o peligra que se haga justicia contra el ex presidente Francisco Flores y los nacionales implicados en las irregularidades del caso CEL-ENEL, existe una salida de llevar el caso más allá de nuestra fronteras, con lo que se espera que las autoridades judiciales finalmente actúen no solo para hacer justicia, sino para decirle basta ya a la impunidad.