Katy Álvarez
Escritora
Título Original: El Túnel.
Autor: Ernesto Sabato.
Número de Páginas: 159.
Género: Novela.
Subgénero: Novela Psicológica.
Editorial: Planeta Mexicana, S.A. de C.V. 2004 (México), bajo el sello Editorial Booket.
ISBN: 978-970-749-008-6.
El Túnel es una obra de Ernesto Sabato, autor que nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, Argentina en el año 1911, quien habiendo hecho un doctorado en física y cursos de filosofía en la Universidad de La Plata, trabajado en radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie en Francia, decidió en 1945 abandonar el ámbito científico para dedicarse de manera exclusiva a la literatura.
El Túnel es una obra de estructura psicológica, que de una manera muy auténtica toca el tema del existencialismo, narrándonos cómo su protagonista Juan Pablo Castel, se obsesiona por el personaje de María Iribarne, cuya obsesión lo lleva a matarla, tal como nos lo cuenta el mismo desde la primera línea de la obra. La novela tiene un comienzo muy fuerte, sumergiéndonos en la mente confundida y trastornada del protagonista desde su frase inicial: “Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne”, el entusiasmo generado por una entrada tan impactante en mi caso se fue desvaneciendo en el transcurso que leía la obra, el problema no sólo fue que no me gustara el libro, sino principalmente que sus personajes me aburrían.
La paranoia de Castel me pareció interesante al principio, su sentido de incomprensión incluso me causo alguna simpatía en un momento, pero siendo la persona optimista que soy, luego de ciento cincuenta y nueve páginas de lo mismo, me cansó. Admito que la evolución de víctima a victimario es un tema atrayente, pero en este particular caso, la repetitiva indecisión entre el uno y el otro tuvo un efecto negativo en mí. María Iribarne es un personaje por el que no llegue a sentir ninguna simpatía, porque aunque en todo el libro se pasa hablando de ella, para mí pasa desapercibida, aunque esto podría interpretarse como parte de lo que el personaje Juan Pablo Castel hacía al no verla a ella como tal, sino como la imagen que él quería proyectar de sí mismo en ella.
Reconozco sin embargo, que la narrativa al inicio es muy buena y asimismo la destreza de un autor tan grande como Ernesto Sabato para hacernos desesperar tanto como lo hacía su personaje. Aunque no la cuento entre mis lecturas favoritas, la obra es considerada esencial para conocer el pensamiento del autor y muy atrayente para quienes gustan de este tipo de novelas psicológicas, además de haber sido motivo de reconocimiento internacional a través de los comentarios positivos de otros autores como Albert Camus. Rescato que la obra tiene frases que sí disfrute mucho y a continuación cito una como ejemplo: “¿Sería eso, verdaderamente? Me quedé reflexionando en esa idea de la falta de sentido. ¿Toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?”.