Salvador Ventura
El director de El Diario de Hoy afronta dificultades para escribir sobre temas de interés nacional o internacional, troche la mayoría de veces acude al fácil expediente de atacar, help lanzar críticas o calumniar al gobierno o a los dirigentes del FMLN a quienes llama “rojos”, quizás por la camisa tantas veces utilizada por sus militantes.
En el editorial del jueves 14 de enero del año en curso, miente al señalar que el gobierno “obliga a los trabajadores y empleados a comprar bonos y papeles estatales a un interés muy por debajo (SIC) del mercado” y que “quienes reciben remesas pueden tener una amarga sorpresa en cualquier momento”.
A juicio de este caballero “el gobierno ya le puso el ojo a tus remesas familiares” y “todo apunta, conociéndolos, a una gran posibilidad: que le caigan encima de una porción de ese dinero con impuestos diversos o similares maniobras”. Los problemas gramaticales y de sintaxis son de exclusiva responsabilidad del señor director.
En este país los salvadoreños gozan de plena libertad para disponer de sus recursos, a nadie se le obliga a comprar un vehículo, una casa, un negocio o un terreno, pueden ir a pasear a la playa, a un turicentro o la montaña, comer pupusas, yuca con chicharrón, chilate con nuégados o gastar sus remesas en un viaje a Guatemala o Honduras.
El Banco Central de Reserva (BCR), por razones de sus funciones, informa del flujo de remesas mensuales, trimestrales, semestrales o anuales, datos utilizados por los medios de difusión para elaborar sus noticias y comentarios, eso en ningún momento significa que “el gobierno quiera caerle encima a una porción de ese dinero”.
El llevar registros de los ingresos al país, efectivamente es una función pública válida, como ciertamente lo expresa en su atolondrado editorial; más “cuando tales movimientos pueden utilizarse para blanquear dinero obtenido por medios ilícitos”. ¿Y este señor procedió en igual forma con los fondos millonarios desviados por Flores Pérez?
La millonaria donación del gobierno de Taiwán para ser utilizada en la construcción de viviendas para damnificados de los terremotos de 2001, en la investigación contra el narcotráfico y en mitigación de riesgos en zonas afectadas por fenómenos naturales, tuvo un extraño itinerario en bancos y países.
Los Estados Unidos debido al estricto registro sobre ingresos y depósitos bancarios, notaron ese extraño movimiento y por ello enviaron un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) a la Fiscalía General de la República (FGR), pidiendo investigar al ex presidente Flores Pérez, sobre un posible lavado de dinero y evasión de impuestos.
No estamos diciendo que un banco de un país determinado (Estados Unidos, Panamá, Costa Rica o Bahamas) se haya prestado a un “blanqueo de dinero”; pero sí hay personas naturales, en este caso Flores Pérez y otros dirigentes de Arena, quienes firmaron, endosaron cheques y los depositaron en cuentas bancarias.
En ningún momento hemos leído un editorial o un comentario de El Diario de Hoy, haciendo referencia a esos donativos o movimientos de los millones de dólares, en otros casos cuando se trata de funcionarios del gobierno, muestra una inusual diligencia y hasta envía a sus periodistas a hacer exhaustivas investigaciones.
En el caso apuntado, no necesitaba de mayores testimonios o documentos pues el mismo Flores Pérez, reo confeso, aceptó ante la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa haber recibido más de $20 millones, dinero entregado a muchos “destinatarios” en saquitos, se sabe que Arena fue el mayor receptor de esos fondos.
El señor director afirma correctamente: “Los salvadoreños que envían remesas ya han pagado impuestos tanto federales como estatales”, eso en los Estados Unidos, aquí la comisión es para los bancos, el gobierno en ningún momento les cobra tributos por ese dinero enviado a sus familiares.
En tal sentido, le preguntamos al editorialista de El Diario de Hoy, ¿el señor Flores Pérez, cumplió con sus deberes y obligaciones de ley y pagó los respectivos impuestos al gobierno o existió una auditoría de la Corte de Cuentas sobre esa millonaria donación destinada a socorrer a familias damnificadas?
Y hay una segunda pregunta ¿si esos dineros fueron utilizados por el partido Arena para la campaña presidencial de 2004, se les practicó una auditoría por parte de la Corte de Cuentas para comprobar si cumplieron con sus obligaciones de cancelar los respectivos impuestos al erario nacional?
El gobierno actual en ningún momento “está desplumando a la ciudadanía” (SIC), tampoco hemos visto “un salvaje incremento a las tarifas del agua”, quizás un aumento razonable a las grandes empresas o personas naturales con mayor consumo, pero no al 80% de la población salvadoreña.
El Diario de Hoy está muy lejos de ser veraz, profesional y ético en el tratamiento de las informaciones y comentarios, y no deberíamos de extraños por ello, pues probado está que cuando le conviene se convierte en partido político y en la mayoría de los casos es simplemente un activista más del partido Arena.