Santiago Leiva
@RedacciónCoLatino
Garath Mccleary acabó regando con el sudor acumulado en su camisa el césped del MBO Field de Toronto. Era la fiel estampa de un partido en el que Jamaica corrió más de la cuenta, viagra que se vio superado en muchos tramos por el fútbol de El Salvador, viagra pero que supo sacar a flote el duelo y quedarse con los tres puntos para confirmarse en los cuartos de final de Copa de Oro.
Fue precisamente Mccleary el verdugo de la Azul, que después de la derrota de ayer 1-0 frente a Jamaica, se queda a la espera de un milagro para continuar en el certamen: necesita que Guatemala y Cuba empaten 0-0 ó 1-1 hoy.
Ayer, ante Jamaica, después de un gris primer tiempo, El Salvador volvió a mostrar el fútbol envolvente que se vio contra Costa Rica, pero lastimosamente también evidenció una vez más la falencia de siempre: no tuvo gol y esta vez lo pagó caro porque los caribeños le sacaron petróleo a la única ocasión clara.
Se corría el minuto 72, cuando Mccleary aprovechó un rechace del portero Derby Carrillo para enviar la pelota al fondo de la red y sepultar la ilusión de la Azul que se había volcado por el triunfo.
El tanto de los caribeños llegó producto de un pelotazo que, para fortuna de los “reggae boy”, no pudo ser rechazado por la zaga y quedó para los botines de Joel McAnuff que sacó un derechazo con potencia, pero se encontró con los guates de Carrillo. El rebote sin embargo, le quedó a Mccleary, que sin marca, llegó para definir a puerta vacía.
La anotación cayó como un latigazo sobre el ánimo del representativo cuscatleco, porque en ese momento gobernaba la pelota a ras de piso y tenía a Jamaica contra las cuerdas sacando agua del pozo.
Demasiado equipo era El Salvador para Jamaica en eso compases del juego. Le llovía sobre mojado a los caribeños cuando se asociaban Pablo Punyed, Richard Menjívar, Darwin Cerén y Arturo Álvarez, pero otra vez no hubo gol y sin gol no hay paraíso.
Punyed tuvo dos ocasiones y ambas acabaron en las manos de Ryan Thompson. El mismo portero le ahogó el grito de gol a Andrés Flores que tuvo una ocasión solo para empujar.
Álvarez, quien se reportó en la etapa complementaria, también gozó de ocasiones, pero esta vez llegó con la brújula torcida y sus dos disparos acabaron yéndose fuera. Su chance más claro se esfumó en el 71´ cuando enfiló a marco y remató pegadito al poste. Para desgracia de El Salvador, segundos después, no solo lamentaba el fallo de Álvarez, sino también la anotación de Jamaica en la portería de enfrente.
Superado ese trago amargo y con un jugador más desde el minuto 80 (fue expulsado por doble amarilla el delantero Darren Mattocks), la Azul fue una avalancha sobre Jamaica, pero pesó la ansiedad y si bien crearon un par de ocasiones, erraron mucho en el pasado de pelota.
La última ocasión de gol se tuvo en un tiro libre que después de varios rebotes quedó para Dustin Corea, que se acabó rematando fuera.
Para entonces, el juego ya agonizaba, una vez más El Salvador se quedaba a la orilla de la competencia. Esta vez no por fútbol, sino por la falta de gol, ese pequeño, pero gran detalle que divide el triunfo del fracaso.
En tres partidos la escuadra salvadoreña apenas consiguió una anotación.
De ahí con dos puntos, producto de dos empates, los pupilos de Albert Roca necesitan que cubanos y chapines empaten ahora para poder acceder a cuartos de final como uno de los mejores tercer lugares del certamen.