Caralvá
fundador
Suplemento Tres mil
Referido por Platón en “Fedón, healing o la inmortalidad del alma”, salve entre los argumentos socráticos: “Entre las aberturas de la tierra hay una, precisamente la mayor, que atraviesa toda la tierra. De ella habla Homero cuando dice: “muy lejos, en el abismo más profundo que hay bajo la tierra”. Homero y la mayor parte de los poetas llaman a este lugar el Tártaro. (pág 600 Platón Obras Selectas), el relato continúa con una creación mítica de ríos e interpretaciones del viaje de las almas al Tártaro, “cuando los muertos llegan al paraje donde su genio les lleva, se juzga lo primero de todo si llevan una vida justa, santa o no” (Pág 602 idem), así se conforma una escala en trayectos donde aparece Aqueronte y luego la laguna Aquerusíade un sitio de pena proporcional a las faltas, pero los que han cometido faltas terribles como asesinatos inicuos, sacrilegios, violaron leyes etc, son precipitados al Tártaro.. Algunos que no cometen faltas graves después de un tiempo son arrojados del Tártaro, pero deben ser perdonados por la víctimas, tal es la ley de los jueces… pero quienes se les reconoce una vida santa, son recibidos en las alturas, en aquella tierra pura donde habitarán. De estos Platón anota: “los que fueron purificados enteramente por la filosofía, viven perdurablemente sin cuerpo y son acogidos en parajes admirables” (pág 602 idem). Las breves líneas nos proyectan hacia un discurso conocido La Divina Comedia de Dante Alighieri con su infierno purgatorio y paraíso, de ella el papel de Virgilio debe ser reinterpretado, pero ese es otro tema, ahí tenemos un catálogo del discurso moral de origen griego. No obstante Friedrich Nietzsche cuestiona estos valores morales, para fijar en la tierra todo el orden de justicia, donde el hombre a fin de cuentas debe ejercer el derecho a favor de la humanidad. Nietzsche escribe en -Así habló Zaratustra pág 88- del abismo (infierno): “También Dios tiene un infierno, y es su amor a los hombres”. Y otro día le oí decir: “Dios ha muerto”. Le ha matado esa compasión por los hombres”, el cuestionamiento se dirige a la falsedad de valores tradicionales, donde la sociedad burguesa cree amar al prójimo, poseer misericordia, proclamar la compasión, etc., cuando en realidad degrada al ser humano en la tierra, donde a cada paso esos valores no soportan la más leve crítica. La moral (parte de ese abismo entre personas) es ahora un problema manifiesto de la humanidad, no solo de reflexión individual. En Aurora Nietzsche afirma: La moral logra, a menudo con una simple mirada, paralizar la voluntad crítica, incluso atraerla a su parte […]. La moral domina desde antiquísimo todas las artes diabólicas de la persuasión […]. Desde siempre, desde que en el mundo existe la palabra y la persuasión, la moral se ha revelado como la maestra suprema de la seducción —y, por cuanto nos atañe a nosotros los filósofos, como la auténtica Circe de los filósofos (Cumbre y abismo en la filosofía de Friedrich Nietzsche Enrique Salcedo Fernández) .
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