César Ramírez
@caralvasalvador
Argentina y Chile describen su realidad sobre la administración de las AFP.
En el caso de Chile la exigencia principal es elevar el bajo monto de las pensiones, reclamando las promesas que las mismas AFP anunciaron, entorno a esa meta surge la edad de jubilación, además nuevas imposiciones bajo la perspectiva de incremento de la edad poblacional (esperanza de vida). La pensión se convierte en una pesadilla en muchos casos porque el monto asignado no es suficiente para el beneficiario por lo tanto debe continuar laborando.
En el artículo de Felipe Reyes “El sistema de las AFP es algo que fracasó rotundamente”, anota que la omisión fue: “¿cómo se debe financiar las pensiones?”.
“En nuestra nación (Chile) de haber sucedido esta discusión en los años noventa, la situación de los pensionados sería otra, pero debemos recordar que ese evento fue promovido por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en la época ascendente del neoliberalismo, no obstante, a casi veinte años de ese evento, la mayoría de los sistemas de pensiones en otras naciones se impone el sistema de reparto tripartito: Estado, trabajador y empleador” según Recaredo Gálvez, en el artículo citado.
El caso de Argentina fue más dramático, así lo destaca Javier Amorín en su artículo del año 2007: “Se extingue otra secuela del neoliberalismo, el fracaso del sistema privado de jubilación” anota: “La privatización del sistema de jubilaciones en 1994 produjo el desfinanciamiento del sistema previsional, poniendo en peligro el futuro de las nuevas generaciones y la capacidad de recaudación fiscal que tanto desvela a nuestros gobiernos. Este sistema terminó oficialmente el pasado viernes 13 de abril, cuando el gobierno abrió un período de libre opción jubilatoria, terminando con más de una década de desfalco y robo a los trabajadores. En la práctica, el Estado vuelve a ser protagonista principal del sistema de reparto jubilatorio, del que se desentendió durante más de una década, y se hará cargo de los pasivos de las empresas de previsión, que hace tiempo demostraron no poder hacerse cargo de sus funciones y tener una descapitalización creciente…”.
Conste hablamos de Chile y Argentina, pero esas historias nos parecen conocidas.
En referencia al malestar argentino el expresidente Néstor Kirchner calificó al modelo de las AFP de “perverso”, de igual forma es calificado por prestigiosos centros educativos nacionales e internacionales.
En nuestra nación La Carta económica.com (digital s.p.i.) publicó el artículo: “Análisis y propuesta sobre sistema de pensiones en El Salvador” donde demuestra el espíritu del actual modelo pensiones y sus escandalosas ganancias coincidiendo con Kirchner: “7. Las perversidades de los sistemas de ahorro para pensiones. La mercantilización abusiva de los fondos de pensiones llevó a un sistema en el que cada persona que trabaja, aunque sea temporalmente por más de un mes, está obligada a registrarse en una u otra de las AFP y si deja de trabajar por más de un año, la AFP está autorizada a cobrarle una comisión de hasta el 5% de la rentabilidad de sus ahorros, según el literal ‘c’ del artículo 49 de la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones. La perversidad consiste en que, además de estar afectado por la falta de empleo, debe pagar una comisión como castigo por no trabajar”.
La propuesta entonces es un modelo tripartito: “Estado, trabajador y Empleador”.
www.cesarramirezcaralva.com