En carta abierta al Presidente Bukele
Rosario Rivas
@pmeza1
En junio de este año el ex alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, se presentó en al Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador a una audiencia de revisión de medidas, ahí le decretaron arresto domiciliar tras una audiencia, ya que la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó de delitos por agrupaciones ilícitas y fraude electoral.
El ex alcalde fue capturado, luego de la audiencia por la Policía Nacional Civil (PNC), por delitos vinculados a la evasión a Hacienda. A cuatro meses de esto, la situación de Muyshondt es incierta y se mantienen en total hermetismo por parte de las autoridades de Centros Penales.
«Presenta un grave deterioro físico, con notoria pérdida de peso, con episodios de depresión, desorientación y ataques de pánico», dice la parte defensora.
Sin embargo, su caso no ha pasado desapercibido para la defensora internacional de derechos humanos identificada como Tamara Suju, quien alerta en una denuncia, que la situación que pasa el ex alcalde es grave, sobre todo, porque vulnera sus derechos.
Muyshondt permanece encarcelado en el centro penal La Esperanza, conocido como Mariona, y su proceso judicial ha sido violentado en varias ocasiones, se asegura.
La abogada, en una carta abierta dirigida al presidente Nayib Bukele, hace los señalamientos mencionados y tiene claro que hay un proceso de desacato por parte de la Dirección General de Centros Penales, al no acatar las resoluciones emitidas por la Sala de lo Penal.
En el documento se lee literalmente que hay «órdenes que -casualmente- fueron revocadas hace poco, luego del nombramiento de los nuevos jueces y magistrados. Una de ellas había sido ordenada precisamente por razones humanitarias, por su condición delicada de salud», dice la carta.
Y recuerda que la recomendación médica, cuando estuvo hospitalizado, fue que debía tener cuidados, señala la abogada.
Suju, en la carta, añade que no le permiten las llamadas telefónicas y que no se sabe nada de él desde el 29 de octubre cuando recibió la noticia de que su padre había fallecido.
El exalcalde escribió en redes sociales, el día de su captura: “enfrenté a un régimen dictatorial y autoritario, que envió turbas criminales de un ministro de trabajo delincuente, un Fiscal títere del Gobierno, presionaron a los jueces, y sus noticias falsas, acoso, hostigamiento y persecución. Me presenté, di la cara. Hoy soy preso político».