Creo el primer inconveniente es la gran cantidad de vehículos que existen hoy día en El Salvador -obviamente se debe al tan traído y llevado negocio de la venta de automotores usados importados del norte, el segundo es la barbarie con la que manejan los propietarios de sus coches, quienes creen que estos valen más que las personas -incluso, yo mismo lo advierto cuando mejor cedo el paso al automotor o corro de inmediato por temor a ser arrollado, el tercero es la falta de aparcamientos y de nuevo los carros valen más que los transeuntes porque aquellos invaden las aceras, las cuales corresponden a los peatones y cuarto, las reformas viales obedecen más a los intereses de los carros y no a los de los pedestres, y así, podríamos continuar con un larguísimo etcétera.
Prof. Herbert Edmundo Vaquerano
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