Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
José A. tuvo que desplazarse del lugar donde residía, por miedo. Por miedo a un país controlado por las pandillas, donde los niveles de inseguridad no bajan. “Ser joven en El Salvador puede ser peligroso, cuando sales las pandillas te acosan, quieren que le hagas favores, que les cobres sus honorarios, que les avise cuando viene la policía”, reconoce.
La historia de José A. fue relatada por Elisa Carlaccini, jefa de la Agencia de la ONU para los Refugiados en El Salvador, quién este lunes, junto a FUNDASAL realizó el Primer Encuentro Regional de Desplazamiento Forzado y Migración, en el que se destacaron los altos índices de desplazamiento que vive la región centroamericana.
Carlaccini explicó que José es un joven como muchos otros, ya que solo representa la historia de muchos jóvenes que son blancos de grupos de pandillas que pretenden usarlos como colaboradores, parejas sexuales, bajo la estrategia de las amenazas y la intimidación.
La representante de ACNUR dijo que El Salvador registra 46, 800 nuevas solicitudes de refugio. Ubicando a El Salvador como el sexto país de origen de solicitantes de refugio a nivel global. Adicionalmente a estos números, se estima que 71, 500 personas han sido desplazadas internamente. En el Triángulo Norte registra más de 51 mil nuevas solicitudes de refugio solo durante el 2019. Lo que representa un aumento del 58% con respecto a años anteriores según el ACNUR.