José Guillermo Mártir Hidalgo
En la obra “Sobre la Violencia1” la filósofa política alemana de origen judío, Hannah Arendt, escribe que el siglo veinte fue un siglo de violencia. Comenta que la acción violenta es regida por la categoría medios-fines. La finalidad de dicha acción humana, nunca puede ser prevista fiablemente. Ya que la violencia lleva dentro de sí elementos de arbitrariedad. La fortuna, la buena o mala suerte juegan un papel infalible en el campo de batalla.
La violencia ha jugado un enorme papel en los asuntos humanos. La guerra es la última razón, es la continuación de la política por medio de la violencia. Arendt expone que la razón principal que la guerra siga entre nosotros es, porque no ha aparecido en la escena política un sustituto de éste arbitro final. Pero con el perfeccionamiento de las armas de destrucción masiva, la guerra solo pueden permitírsela los pequeños países sin armas nucleares, ni biológicas. Ya que una guerra termonuclear no puede ser considerada una continuación de la política por otros medios, sino, un suicidio universal.
En las relaciones internacionales se ha vuelto dudoso e incierto el instrumento de la violencia, pero, en asuntos internos, dicho instrumento se ha vuelto más atractivo y ha ganado más reputación. El Estado es un instrumento en manos de la clase dominante. Aunque, el poder de la clase dominante no descansa en la violencia.
Friedrich Hegel creía que el hombre se produce a sí mismo a través del pensamiento. Mientras que Karl Marx calificaba, que es a través del trabajo que el hombre se produce a sí mismo. El pensamiento y el trabajo son actividades pacíficas separadas de los hechos de violencia. Por el contrario, Jean-Paul Sartre glorificaba la violencia. A través de la violencia, declaraba, el hombre se recrea a sí mismo.
La generación que creció bajo la sombra de la bomba atómica, adquirió de sus padres la intromisión masiva de la violencia criminal en la política. Hay una repulsión contra toda forma de violencia. Por lo que solo los “extremistas” se aferran a la glorificación de la violencia.
La nueva retórica de la violencia, inspirada por Frantz Fanon, incita a los oprimidos a soñar con colocarse en el lugar de los opresores. Y en pocas ocasiones en que se produjeron rebeliones de esclavos, la “loca furia” convirtió los sueños en pesadillas. Los nuevos predicadores de la violencia no son conscientes de su desacuerdo con las enseñanzas de Marx.
Toda política es una lucha por el poder y el último género de poder es la violencia. El poder consiste en hacer que otros actúen como yo decida. El poder es un instrumento de mando. La simple relación de mando y de obediencia es la esencia de la ley. La Ciudad Estado Ateniense y la Civitas Romana, pensaban en un concepto de poder y de ley, cuya esencia no se basara en la relación mando-obediencia. La República es el dominio de la ley asentada en el poder del pueblo. Ya que el poder nunca es propiedad de un individuo, pertenece a un grupo. Sigue existiendo mientras el grupo se mantenga unido. En el momento en que el grupo desaparece, su poder también desaparece.
Una de las distinciones entre poder y violencia es que el poder siempre precisa de números y la violencia puede prescindir de ellos. El poder institucionalizado en comunidades organizadas surge bajo la apariencia de autoridad. La autoridad es indiscutible, si tiene un reconocimiento por aquellos a los que se les pide obedecer. Nunca ha existido un gobierno exclusivamente basado en los medios de la violencia, sino, en una superior organización del poder. La violencia, por naturaleza, es instrumental. Precisa de una guía y justificación hasta lograr el fin que persigue. La violencia funciona como último recurso del poder, contra delincuentes o rebeldes, contra individuos singulares que se niegan a ser superados por el consenso de la mayoría.
El poder no necesita justificación, necesita legitimidad. La violencia puede ser justificable, nunca legitima. La violencia no depende del número o de las opiniones, sino, de los instrumentos. El poder y la violencia son opuestos, la violencia aparece donde el poder está en peligro. Pero la violencia puede destruir al poder. La violencia ni es bestial, ni es irracional. La violencia brota a menudo de la rabia. Y la rabia puede ser irracional y patológica. En la vida privada y pública, hay situaciones en las que el único remedio apropiado puede ser un acto violento. Bajo ciertas circunstancias, la violencia es el único medio para restablecer el equilibrio de la balanza de la justicia. La más fuerte motivación de la violencia es, provocar a la acción para que pueda surgir la verdad. En la acción militar el individualismo desparece, en su lugar hallamos coherencia de grupo. La práctica de la violencia une a los hombres en un todo. Nuestra propia muerte es acompañada por la inmortalidad potencial del grupo al que pertenecemos. La política es un medio por el cual escapar, a la igualdad ante la muerte y lograr una distinción que garantiza un cierto tipo de inmortalidad.
La violencia siendo por naturaleza un instrumento, es racional hasta el punto que resulte efectiva para alcanzar el fin que deba justificarla. La violencia seguirá siendo racional, solo cuando persiga fines a corto plazo. La violencia no promueve causas, pero, puede servir para dramatizar agravios y llevarlos a la atención pública. Si los fines no se obtienen rápidamente, el resultado será la introducción de la práctica de la violencia en todo el cuerpo político.
PANDILLAS: VIOLENCIA CRIMINAL
La pandilla es un cuerpo social con gran capacidad para reproducirse, para incidir sobre la vida comunitaria y sobre el escenario de la seguridad pública. El fenómeno de las pandillas es un fenómeno de poder. Mediante la violencia, las pandillas han conseguido lo que se han propuesto.
Para el filósofo e investigador educativo salvadoreño Armando Jiménez Larios, en su artículo “Las Pandillas en El Salvador: la violencia como medio de poder”2, las sociedades actuales son sociedades de riesgo, ya que hay hechos y amenazas que ponen en peligro la vida y la estabilidad de las personas. Hay individuos y grupos que el riesgo es su condición de vida, ya sea porque no reciben beneficios económicos o por sus acciones ilícitas. Los delincuentes y los criminales están en permanente riesgo y usan deliberadamente la violencia.
La violencia es la forma más primitiva, menos versátil e inferior del poder. Los tipos de violencia son la violencia social, dominada por pasiones o por hábitos en el ejercicio de un rol social. Y la violencia criminal dominada por aspiraciones económicas y materiales. La violencia criminal es una forma más elaborada y compleja de violencia. Supone una planificación e inteligencia, que otras formas de violencia no alcanzan.
Las pandillas son subculturas que reivindican identidades particulares, ya sea estudiantiles, barriales, criminales o mafiosas. Su origen se encuentra en la transculturación por la migración y deportación de centroamericanos desde los Estados Unidos. La pandilla es un cuerpo social que se alimenta de la violencia y del miedo de los demás. Una de sus particularidades es el tatuaje, el cual es una forma de incorporar la pandilla a la vida personal y medio para escribir su historia. El grafiti es lenguaje y arte de una subcultura que expresa un culto a la muerte. Y la concreción de la mentalidad pandillera es en el lenguaje, combinando palabras inglés-español, creando sus propias palabras, pasando del lenguaje manual y las “wilas” a celulares y a la Internet.
Lo peculiar de la vida pandillera es su actitud agresiva, el estilo clandestino, la subsistencia parasitaria y la historia de violencia. En la pandilla se escala cuan más violento se es. No rechazan la orden de matar, robar y violar en nombre de “la gran bestia”, es decir, el liderazgo máximo de la pandilla. Las órdenes emanan de una cabeza encarcelada, clandestina y foránea. Tienen conexión con pandillas centroamericanas, con pandillas estadounidenses y con carteles de la droga. Las pandillas son el referente obligado para traficantes de alcaloides, de personas y de autos robados.
Las pandillas funcionan en círculos de apoyo o base social de raíz comunitaria. Tienen dos sistemas de presión: la policía y las pandillas rivales. Su mecanismo de reproducción y crecimiento es el homicidio de sus rivales y la extorsión a ciudadanos. La pandilla es un cuerpo social organizado violentamente, con una mentalidad en conceptos criminales. Tiene una gran capacidad de adaptación y cambio dentro del mismo sistema de violencia.
PLAN PARA DESARTICULAR ESTRUCTURAS CRIMINALES
Para desarticular dicha estructura criminal, el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC) elaboró un plan de carácter integral: el “Plan El Salvador Seguro”3, conformado por cinco ejes y ciento veinticuatro acciones para enfrentarla. Dicho plan comenzó a realizarse el dieciséis de Julio de dos mil quince, en el Municipio de Ciudad Delgado. Según diagnóstico del CNSCC, el plan se focaliza en los cincuenta municipios más violentos de El Salvador. Dicho plan es ejecutado por el Estado, empresa privada, medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad internacional. El CNSCC verifica su ejecución periódicamente.
El Eje Prevención de la Violencia reconoce que existe violencia e inseguridad en territorios con altos niveles de exclusión social. La intervención interinstitucional e intersectorial pretende recuperar el control de esos territorios. El Eje Control y Persecución Penal reconoce un rebosamiento de la criminalidad e infiltración del crimen organizado en instituciones. Para ganar la fe ciudadana propone, un nuevo sistema de indagación delictiva y una normalización interinstitucional para la persecución y juzgamiento del delito. El Eje Rehabilitación y Reinserción admite que hay hacinamiento y sobrepoblación en los centros penales e inquiere cortar el dominio de los grupos criminales en dichos centros. Propone para ello un reordenamiento de la población carcelaria. El Eje de Atención y Protección a Víctimas registra que la violencia criminal genera daños psíquicos, físicos y materiales a personas, familias y comunidades. Por lo que ofrece un modelo institucional de atención integral y protección a víctimas. Y el Eje de Fortalecimiento Institucional asienta que hay una inadecuada estructura institucional para atender la violencia y la criminalidad. Por lo que gestiona establecer un sistema coherente para abordar la violencia y la criminalidad y aplicar protocolos de actuación conjuntos.
El cumplimiento del Plan El Salvador Seguro requiere de mil ochocientos cincuenta millones de dólares. Mauricio Navas, del CNSCC, considera que el financiamiento es importante, sino, todo quedará reducido a un documento. Navas recuerda que eso aconteció con el estudio del dos mil siete: quedó en el aíre, con buenas intenciones, pero, sin resultados4. Ha sido obsesión de la derecha empresarial y política, a través de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, ahogar económicamente a los gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). La Sala de lo Constitucional declaró ilegal el decreto legislativo que autorizaba al ejecutivo a vender novecientos millones de dólares, con los cuales el gobierno iba a hacer frente al déficit fiscal e invertir en salud, seguridad y otros aspectos de carácter social. Igualmente, admitió una demanda contra el decreto ejecutivo que recargaba un centavo al kilovatio hora5. Pese a ello, el Plan El Salvador Seguro avanza. Ha habido cambios en el sistema penitenciario con la implementación del programa “Yo Cambio” y se ha formado un sistema de video vigilancia desde Ilopango a Santa Tecla. Igualmente, hay una decisión gubernamental por enfrentar directamente a las estructuras criminales y en respuesta a dicha convicción han sido asesinados policías, militares, delegaciones de la policía y sedes gubernamentales han sufrido ametrallamientos y ataques6. Aun así, la derecha nunca va a reconocer éxitos del gabinete de gobierno en temas de seguridad pública7.
1Arendt, Hannah (2006). Sobre la violencia. Madrid: Alianza Editorial. En: bello.cat/Sobre%20la%20violencia-H.%20Arendt.pdf
2Jiménez Larios. Armando. La pandilla en El Salvador: la violencia como medio de poder. En: webver.ujmd.edu.sv/siab/bvirtual/BIBLIOTECA%VIRTUAL/REVISTAS/A/ADJP0000314.pdf
3Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC). Plan El Salvador Seguro. Resumen Ejecutivo. 15 de Enero de 2015. En: http://www.presidencia.gob.sv/wp-content/uploads/2015/01/El-Salvador-Seguro.pdf
4Ávalos, Jessica. Plan El Salvador Seguro costaría $1,850 millones. En: http://www.la prensagrafica.com/2015/01/15/plan-el-salvador-seguro-costaria-1850-millones
5Diario Co Latino. Los combos desestabilizadores de la Sala. En: https://www.diariocolatino.com/los-combos-desestabilizadores-de-la-sala/
6Salguero, Marcos. Vicepresidente dice que hay avances a un año del Plan El Salvador Seguro. En: http://www.laprensagrafica.com/2016/01/15/vicepresidente-dice-que-hay-avances-a-un-ao-del-plan-el-salvador-seguro
7Rauda Zablah, Nelson. Gobierno recicla ideas y estrena el plan El Salvador Seguro. En: http://www.elfaro.net/201507/noticias/17195/Gobierno-recicla-ideas-y-estrena-el-plan-El-Salvador-Seguro.htm