Alexander Pineda
@DiarioCoLatino
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) cumplió el pasado sábado, 31 años de haber sido fundada, desempeñando un activo papel jurídico en defensa de la dignidad de las personas. La fundación dedicada a la promoción y defensa de los derechos humanos, fue fundada un 30 de noviembre de 1988.
Fundada por hombres y mujeres con una preocupación común: la situación social, económica, política, institucional y de irrespeto a los derechos humanos imperante en los años ochenta. FESPAD surgió tras la institución de un primer esfuerzo denominado Centro de Estudios para la Aplicación del Derecho (CESPAD).
A lo largo de sus más de tres décadas de existencia, la organización ha contribuido a la sociedad sirviendo como una entidad que busca consolidar un estado constitucional democrático y social de derecho, así como ha instado al Estado salvadoreño a ser garante primario de los derechos fundamentales de sus habitantes.
Saúl Baños, director ejecutivo de FESPAD destaca que ayudar a construir ciudadanía, velar por el fortalecimiento de las instituciones y centrar su trabajo en la dignidad de las personas, especialmente las menos favorecidas, han sido parte de la labor de la institución a lo largo de su historia.
Baños asegura que a la base de las problemáticas actuales, como lo es la inseguridad y violencia, se encuentra el incumplimiento o falta de garantía de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, por lo que afirmó que la prevención primaria de la violencia pasa por atender los derechos de la población.
FESPAD reconoce avances en materia de respeto y defensa de los derechos humanos a partir de la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, sin embargo, señala que a pesar de que el aparataje estatal cree, apruebe, promueva y vele por la defensa de leyes, si no se llevan a cumplimiento de poco sirven, por lo que Baños considera que lo anterior sirve para consolidar un Estado de legalidad, pero no un Estado de derecho.
El director de la fundación considera que el Estado apuesta por el fortalecimiento de la legalidad y no por un modelo en donde, además de respetar la ley, también se respeten los derechos fundamentales. “Si el respeto de los derechos no se da, no podemos decir que tenemos un Estado Constitucional, Democrático y Social de Derecho. El Estado de legalidad nos habla de conceptos que son aplicados discrecional o convenientemente dependiendo a qué sujeto o sector social o económico se aplique”, explicó Baños, en referencia a la deuda del Estado para la consolidación del Estado de derecho.
El acompañamiento a causas sociales y de derechos humanos que FESPAD ha realizado en sus 31 años de historia le han valido para ser considerada una institución comprometida con la dignidad humana, a pesar de las estructuras o grupos de poder económico y político que se opongan a la defensa y reivindicación justa de derechos.
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