Álvaro Darío Lara
Escritor y poeta
Este viernes 24 de julio, here hemos conmemorado el 147 aniversario del natalicio de don Alberto Masferrer, cheap el gran escritor, maestro, periodista y pensador salvadoreño, difícilmente superado por las generaciones de literatos posteriores, debido a la calidad de su prosa y a su absoluto humanismo.
Aquellos que durante la vida del Maestro y después de su partida, se dedicaron a lanzar cieno sobre su personalidad y legado, fueron ya, terriblemente derrotados.
Los policías de las ideas, no pudieron acallar la perennidad de su voz, la razón de sus argumentaciones, y sobre todo, la viabilidad histórica de sus planteamientos, que no estaban hechos, lamentablemente, para ese pasado de monolíticos fanatismos, donde su doctrina del Mínimum Vital, era “comunismo” para unos; o, “tonterías reformistas” para otros.
Para otros, que no eran precisamente, los comunistas de 1932, que siempre reconocieron en don Alberto, nobleza y valentía, sino para dos o tres ignaros de la década del 50, que a falta de juicios y críticas razonadas, se retrataron de cuerpo entero en la vileza de sus groseros insultos.
Grandes masferrerianos fueron: Claudia Lars, Salarrué, Alberto Guerra Trigueros, Francisco Morán, Matilde Elena López, Oswaldo Escobar Velado, Ricardo Bogrand, Roberto Armijo, Francisco Andrés Escobar y muchos más, que sí justipreciaron la obra de Masferrer. Algunos de ellos -como la doctora López y el profesor Morán- fueron pioneros en el estudio de la obra del “Maestro y director de multitudes”. Asimismo, fundamentales son los análisis sociológicos de Alejandro Dagoberto Marroquín.
La contemporaneidad rinde homenaje a Masferrer, investigándolo, escudriñando sus escritos, ya sin la absurda rémora de la miopía ideológica. Los estudiosos de ahora, doctores, Marta Elena Casaús Arzú, Víctor Manuel Guerra y Carlos Gregorio López Bernal, entre otros, no cesan de revelarnos perspectivas enriquecedoras que develan la enorme dimensión de Masferrer.
Existe en la polifónica obra de don Alberto, un tema en particular, que sigue siendo de gran actualidad: la histórica desprotección de los niños en el país. Escuchémoslo: “Pesada carga es, en verdad, la que te guarda, abandonando a un niño. Sus vicios, sus crímenes, sus penas, todas sus desdichas serán obra tuya y caerán sobre tu cabeza. Así, pues, no seas insensato, y cuida de tu hijo. Torpe, desgraciada e inicua ley es la que establece distinciones entre los hijos. No ley ni justicia, sino semillero de prostituciones”.
¿Por qué nos seguimos cargando de niños que luego no reconoceremos ni legal, ni humanamente, en todo lo que esto significa: amor, educación, completa protección para su desarrollo integral? Cuánta razón asiste al Maestro Zen Thich Nhat Hanh, cuando afirma: “Sé plenamente consciente de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre el mundo al que estás trayendo nuevos seres”.
Todos nos quejamos del alto índice de criminalidad que abate a la República, donde numerosos jóvenes son víctimas y victimarios. Sin embargo, siguiendo a Masferrer: ¿cómo fue la niñez de estos jóvenes criminales? Seguramente, la mayoría de ellos, no tuvieron el más mínimo goce de sus derechos básicos. Lo que sí tuvieron, y a granel, fue: desamparo, pobreza y violencia.
Hogares atestados de niños, donde la necesidad de todo impera, nunca podrán ser nutricios solares de un prometedor futuro. Y en esto, mujeres y hombres, son igualmente responsables.
En este 147 aniversario del nacimiento del Maestro, leerlo y estudiarlo con objetividad, sin las manipulaciones de la política coyuntural y de la ideología, es un imperativo. Sobre todo, para una sociedad, cuyas deudas, continúan siendo muy altas.