German Rosa, s.j.
El “Brexit” o salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea afecta a ambas partes. Debilita a la Unión Europea y también al Reino Unidos en sus respectivas economías y en las relaciones políticas internacionales. No es una buena noticia para ninguna de las partes (Cfr. New York Times, International Edition, Sábado – Domingo, Enero 2-3, 2021, pp. 1 y 4). Tanto el Reino Unido como la Unión Europea son socios y aliados, pero separados por las aguas del Canal de la Mancha.
1) Retos comunes que afrontarán separadamente
No obstante el acuerdo del Brexit plasmado en casi dos mil páginas, ambas partes tienen retos comunes que tendrán que afrontar separadamente: la crisis sanitaria del COVID–19; las relaciones económicas y comerciales para superar la recesión y el desempleo; las relaciones políticas de cara a los Estados Unidos, China, Rusia y otras zonas de importancia estratégica; el peligro real del terrorismo, la constante amenaza de los ciberataques y los riesgos reales de la seguridad del viejo continente.
El Reino Unido es una de las economías más importantes del continente europeo y una potencia militar en la actualidad, pero también la Unión Europea es una región de gran desarrollo económico y comercial a nivel global y está articulada en temas de seguridad. El Reino Unido ya no participará en Europol o Eurojust y perderá el acceso al Sistema de Información de Schengen, aunque haya formas de compartir datos de pasajeros, huellas dactilares, ADN y vehículos. Pero esto al mismo tiempo impulsa a la Unión Europea a desarrollar una estrategia militar y tecnológica autónoma en medio de dos grandes potencias: Estados Unidos y China.
Además, ambas partes se debilitan con el Brexit porque no se tendrá una postura común en los grandes temas de la política internacional, y aunque coincidan, el Reino Unido y la Unión Europea se presentarán con políticas autónomas y no como si fueran un solo bloque (Cfr. https://www.diariocolatino.com/brexit-acuerdos-y-perspectivas/).
Durante el proceso de las negociaciones del Brexit, tanto el Reino Unido como la Unión Europea ya estaban negociando acuerdos comerciales para el post Brexit y para afrontar de esta manera la recesión económica y el desempleo.
2) Los acuerdos comerciales, la puerta de emergencia para salir de la recesión económica…
Los acuerdos comerciales se han convertido en la puerta de emergencia de ambas partes para salir de la recesión económica en el post Brexit.
El Reino Unido ya ha firmado acuerdos comerciales con Japón: “El tratado, del que se conocen pocos detalles, tiene como objetivo aumentar el comercio con Japón a un valor de 15.000 millones de libras (unos 19.000 millones de dólares)” (https://www.france24.com/es/20200911-brexit-reino-unido-acuerdo-comercial-japon). Además, el Reino Unido ha firmado acuerdos con Singapur, Vietnam, Turquía, y continuará ampliando sus relaciones comerciales con otros países y regiones del mundo para fortalecer su crecimiento económico y comercial.
Así mismo, la Unión Europea firmó el 30 de diciembre del 2020 un acuerdo comercial con China, el mismo día en que la Unión Europea firmó el acuerdo del Brexit. China es el país más poblado del mundo con 1.395.380.000 personas, por lo que se convierte en el mercado potencial más grande del mundo.
Este acuerdo mejorará el acceso de las empresas europeas al mercado chino y garantizará mejores condiciones de competencia en el país asiático. Dicho acuerdo se ha logrado después de siete años de negociaciones y después de que Pekín se haya comprometido con la Unión Europea a avanzar hacia la ratificación de las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El acuerdo implica la igualdad de condiciones para los inversionistas europeos al fijar “obligaciones claras” para las empresas estatales chinas, prohibir la transferencias forzosas de tecnología y otras prácticas que distorsionen la competencia, y reforzar la transparencia de los subsidios públicos (Cfr. https://www.lainformacion.com/mundo/culminan-negociaciones-ue-china-acuerdo-inversiones/2824968/). Dicho acuerdo dará un acceso sin precedente al mercado chino a los inversionistas europeos, con el objetivo de fortalecer el crecimiento de las empresas y que se puedan crear fuentes de empleo. Además, el acuerdo también elimina la obligación de crear alianzas o empresas de capital mixto —europeo y chino— para poder acceder a algunos sectores. También se hará lo mismo, aunque de forma progresiva, en el sector industrial automovilístico, que supone el 28 % de toda la inversión de la Unión Europea en el gigante asiático. Al mismo tiempo, la Unión Europea hizo una declaración expresando su preocupación a través de las redes sociales y otros medios sobre la situación de los derechos humanos en Hong Kong. La Unión Europea sabe que no se han resuelto todos los desafíos relacionados con China en temas de los Derechos humanos y otros más. Sin embargo, vincula a la República China con compromisos significativos que van en la dirección de los Derechos Humanos.
Pero también la Unión Europea proyecta ampliar sus relaciones económicas y comerciales con África y los elementos claves son: la creación de empleo, inversión en las infraestructuras, la digitalización y la educación. La Unión Europea es el mayor socio comercial de África, pero China se está convirtiendo en un actor fundamental en la región. La Unión Europea proyecta invertir 4,600 millones de euros en proyectos públicos y privados en África. El objetivo es la creación de 10 millones de puestos de trabajo a partir del 2020 hasta el 2023 (Isabel Marques da Silva, Euronews, Europa tiene una estrategia para África, 14 de octubre 2020). El Continente Africano tiene una población de 1,250,302,000 habitantes. Esto significa que existe un amplio mercado y al mismo tiempo el continente africano ofrece una riqueza de recursos renovables y no renovables para la inversión industrial y para ampliar la economía de servicios en este contexto de la crisis económica. Además, la Unión Europea tiene que resolver adecuadamente el tema del flujo constante de migrantes que llegan de África hacia el viejo continente. Esperamos que dichas inversiones y políticas migratorias sean a la altura de la declaración de los Derechos Humanos.
No obstante los acuerdos y las estrategias comerciales, la reactivación económica y financiera no será fácil en el post Brexit para el Reino Unido y la Unión Europea porque se experimenta una fuerte recesión económica con el agravante de las restricciones económicas y comerciales impuestas entre ambas partes, y también por las restricciones sanitarias de la pandemia (Cfr. https://www.diariocolatino.com/obstaculos-y-retos-para-la-reactivacion-economica-de-la-union-europea/).
Ante esta realidad, la Unión Europea también ha creado un fondo de recuperación económica (“Recovery Fund”), que ha provocado un gran debate y merece tratarse en otra ocasión.
3) El Brexit y el proceso del nuevo multilateralismo global
El Brexit también tendrá implicaciones globales. Reino Unido ha desempeñado un papel importante en la configuración de las políticas de la Unión Europea en instituciones internacionales como la Organización de Naciones Unidas. Su salida se hará sentir en asuntos multilaterales, en un momento en que Estados Unidos, China y Rusia tienen gran protagonismo en la configuración del nuevo orden global multilateral.
La administración de Donald Trump se retiró del Acuerdo sobre Cambio Climático de París, de la Unesco, la Organización Mundial de la Salud y del acuerdo nuclear con Irán, etc. Dada esta situación, existe la gran expectativa de un cambio del clima político a nivel mundial con la nueva administración del presidente Joe Biden. El mandatario Biden ha comenzado a revertir la política exterior de su predecesor con acciones bien claras: se reincorpora al Acuerdo de París sobre el cambio climático e impone una moratoria sobre el arrendamiento de petróleo en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico y prohibirá nuevas subastas de arrendamientos para la explotación petrolera en territorios de Alaska; regresa a la Organización Mundial de la Salud; propone extender por cinco años el tratado para el desarme nuclear New START firmado entre los Estados Unidos y Rusia que limita los dos mayores arsenales de esa naturaleza a nivel global. Ha firmado un decreto para detener la construcción del muro con México y para anular el veto migratorio que impide la entrada en EE. UU. a los ciudadanos de 11 países. Biden tiene un ambicioso plan de regularizar el status migratorio de 11 millones de personas indocumentadas y garantizar la justicia racial y el respeto a las minorías. La nueva administración pretende terminar con el aislacionismo y lograr protagonismo político en el proceso de la configuración del nuevo multilateralismo. Pero, ¿cuál será la política para América Latina de la Administración Biden?, ¿qué pasará en el medio oriente?, ¿habrá un cambio en su política exterior con respecto al conflicto entre Israel y Palestina o continuará la política de su predecesor?, ¿qué tipo de política realizará con Irak y Siria?, ¿continuará la guerra comercial con China o cambiará la política con respecto al gigante asiático? Son temas importantes que están pendientes.
En el contexto global, Rusia se está volviendo cada vez más activa en el Consejo de Seguridad de la ONU y ha logrado gran protagonismo en la guerra en Siria y en el Medio Oriente y otras regiones del mundo. China está logrando mayor liderazgo en el escenario económico y comercial global, lo cual obliga al gigante asiático a asumir algunas políticas de derechos humanos para lograr acuerdos económicos y comerciales con los países de occidente en la carrera para convertirse en la primera economía del mundo. Todo esto apunta a la constitución de un nuevo orden multilateral que implicará cambios importantes en las relaciones políticas internacionales a nivel global.
En definitiva, el post Brexit marca una nueva era en las relaciones dentro y fuera de la Unión Europea, cuya evolución tiene sus implicaciones y sus desafíos en el contexto de la emergencia del nuevo multilateralismo que se está configurando paulatinamente. Este es un proceso de medio plazo, pero se van vislumbrando los actores que protagonizan el nuevo multilateralismo. Seguiremos analizando su evolución y sus implicaciones globales.