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LA HABANA/Xinhua
El Gobierno cubano consideró hoy como «una operación de desinformación» las acusaciones del secretario de Estado, Anthony Blinken, sobre la presencia en la isla de una base china para espiar a Estados Unidos.
«Estamos frente a una nueva operación de desinformación, como muchas otras que se han generado en Estados Unidos en su larga historia de hostilidad contra nuestro país», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, en una declaración oficial transmitida por la televisión local.
Rodríguez afirmó que las declaraciones de Blinken constituyen «una falsedad», que carece de sustento y reiteró que la posición cubana sobre el tema «es clara y categórica».
Subrayó que el propósito de esas calumnias es servir de pretexto para mantener el bloqueo contra Cuba y las medidas de máxima presión que lo han reforzado en los últimos años.
«Cuba no es una amenaza para Estados Unidos, ni para ningún país. Estados Unidos aplica una política que de manera cotidiana amenaza y castiga a la población cubana en su conjunto», aseveró el canciller en referencia al bloqueo que la Casa Blanca mantiene contra la isla desde hace más de medio siglo.
Rodríguez recordó que Washington ha impuesto y dispone de decenas de bases militares en la región, y mantiene, además, contra la voluntad del pueblo cubano, una base militar en el territorio que ilegalmente ocupa en la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla.
La semana pasada, el diario Wall Street Journal informó de un supuesto acuerdo con China para instalar en la isla una base de escucha electrónica contra Estados Unidos, lo que fue refutado por el vicecanciller Carlos Fernández de Cossío, quien dijo que se trataba de una información «mendaz e infundada».
