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NizalFrancia/dpa
Bélgica se clasificó hoy para los octavos de final de la Eurocopa de fútbol como segunda del Grupo E al ganar 1-0 ante una Suecia que quedó eliminada del torneo y dijo adiós a su máxima estrella, Zlatan Ibrahimovic.
El partido fue magnífico y se resolvió a ocho minutos del final con un espectacular disparo del volante Radja Nainggolan desde fuera del área. Suecia tuvo suficientes oportunidades, pero no fue su noche.
El resultado sólo reflejó la igualdad entre ambas selecciones, pero no lo presenciado en Niza, pues el duelo salió emocionante y lleno de ocasiones para los dos conjuntos, que brindaron un gran espectáculo.
El comienzo del duelo ya fue eléctrico. Suecia necesitaba ganar para clasificarse y Bélgica lo tenía que evitar para asegurarse el segundo puesto del grupo, ya con Italia como seguro líder.
Bélgica puso el academicismo y Suecia el carácter. Unos con su técnica y otros con su físico buscaron el área rival y casi pareció milagroso que llegara el descanso sin goles.
Con Yannick Carrasco en la banda izquierda, Eden Hazard presente en la media punta y Lukaku peleándose con toda la defensa rival, a Bélgica sólo le falto precisión en el pase final o el remate. Aun así, Lukaku probó varias veces a Andreas Isaksson.
A cambio, Zlatan Ibrahimovic esta vez sí tuvo presencia en área enemiga con un par de disparos que se marcharon cerca del arco de Thibaut Courtois. Y Suecia dio la impresión de dominar por momentos cerca ya del descanso, amparada en su excelente condición física. Bélgica sufrió en la contención de la zona media.
La segunda parte trajo a una Suecia que con el paso de los minutos se fue con más jugadores al ataque, producto de su necesidad. Con la entrada de John Guidetti añadió todavía más dinamita a la zona de vanguardia.
A cambio, Bélgica pareció jugar con el marcador, más preocupado de no despistarse que de retomar el control del duelo. También es cierto que se siente cómodo jugando al contraataque.
Lukaku tuvo el gol a los 73 minutos precisamente en una transición rápida que contó con un espectacular pase de Kevin de Bruyne que terminó en una decisiva intervención de Isaksson. Fue el comienzo de unos enormes instantes de tensión.
Los minutos finales estuvieron cargados de dramatismo. Suecia se la jugó y cada recuperación de Bélgica se convirtió en una invitación a un contraataque definitivo.
Bélgica sacó un balón bajo palos a nueve minutos del final en una acción que resultó decisiva porque un minuto después llegó la sentencia de Bélgica con una obra de arte de Nainggolan. Fue el gran final de un duelo digno de una Eurocopa que llenó de alivio a Bélgica y mandó a Suecia a casa, antes de lo que le hubiera gustado a su gran estrella, Ibrahimovic, quien ya había anunciado que la Eurocopa sería su última participación con la selección.
