Señaló que la crisis demostró las características de personas como Vargas, con cargos cargos públicos tan importantes, y que ya el gobierno había denunciado, sobre todo acciones inmorales de jueces, magistrados electorales, funcionarios del INE y otros.
El Tribunal Electoral es la última instancia de apelación por eso sus resoluciones son definitivas, de allí que sea un organismo clave para la democracia de México, y miren cómo funcionaba y al servicio de quién, es algo degradante, señaló.
Recordó que anteriormente esos organismos estaban supeditados al presidente de la república, al igual que todo el poder legislativo y el judicial, pero ya no es así y se les respeta su autonomía.
Lo que está sucediendo en el tribunal electoral y el INE, dijo, ayuda a comprender el nivel de descomposición que existe en esos organismos y la necesidad de una reforma en el Poder Judicial, pero esto es un corolario de una serie de decisiones tomadas en esas instancias contra la democracia.
Puso el ejemplo de cómo bajo la presidente de Vargas en el tribunal les quitaron las candidaturas a los representantes del oficialista partido Morena en Michoacán y Guerrero a pesar de todas las evidencias de las irregularidades y exageraciones que estaban cometiendo.
Reiteró que la reforma constitucional para los dos organismos, es un pendiente que heredan del antiguo régimen autoritario y corrupto y ellos mismos deberían de renunciar todos por dignidad y por respeto a los ciudadanos.
Vargas desconoció la decisión de sus pares aseverando que en la legislación que rige ese órgano no existe la figura de la destitución, por lo cual el concluirá su gestión al frente del mismo en noviembre de 2023.
López Obrador evadió inmiscuirse en el tema en respeto a la autonomía del Poder Judicial, pero es difícil que Vargas, acusado de actuar en favor de los partidos políticos de oposición y de empresas extranjeras, logre mantenerse al frente del Tribunal.
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