Yaneth Estrada
@caricheop
El presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, agradeció a los 193 países que adoptaron la propuesta de El Salvador de declarar la “Década de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas 2021-2030”.
Esta declaración establece un marco de acción para impulsar y dinamizar los acuerdos y compromisos ya existentes en materia de restauración de ecosistemas, enfocada en su coordinación y sinergia, que se traducirá en una contribución significativa a los Objetivos de
Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Mientras que la adopción se concretó ayer (viernes) durante la celebración de la Asamblea General N° 69 de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, un hecho histórico para El Salvador.
Cabe destacar que El Salvador llamó la atención a nivel internacional por los resultados del Plan Nacional de Restauración de Ecosistemas y Paisajes, que tiene como meta la restauración de 1 millón de hectáreas, pero también por ser uno de los países más activos en el Desafío de Bonn.
Afectación y productividad
“Los impactos de la degradación de ecosistemas afectan
significativamente la biodiversidad, la productividad de la tierra y la economía de nuestras naciones, especialmente en áreas vulnerables en África, Asia y Latinoamérica”, recalcó Lina Pohl, ministra de medio ambiente y recursos naturales, en la sede de la ONU.
Según la funcionaria, con el establecimiento de la década para la restauración se generará un ambiente propicio para facilitar y promover la sensibilización y construcción de conciencia pública sobre la importancia de contar con ecosistemas funcionales para el bienestar humano, la sostenibilidad económica y el desarrollo sostenible.
El apoyo de los 193 países de la ONU fue posible gracias a que el presidente Salvador Sánchez Cerén, presentó la iniciativa en el septuagésimo tercer período ordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre de 2018.
El primer componente de la declaratoria es la Restauración de Ecosistemas y Paisajes, que pretende implementar una serie de actividades que permitan recuperar la capacidad productiva de los suelos, recuperando su funcionalidad perdida, su capacidad de infiltrar agua, su fertilidad natural y su valor como soporte de la diversidad biológica.
Ejemplos de iniciativas de Restauración Paisajista Forestal de El Salvador están en Guatemala, Brasil y México, como miembros del Desafío de Bonn, en un esfuerzo global que busca restaurar 150 millones de hectáreas de las tierras deforestadas y degradadas al 2020 y 350 millones de hectáreas para 2030.