René Estrada
@DiarioCoLatino
A paso lento recorren las calles de San Salvador, en medio de una cuarentena domiciliaria. Sus voces entrecortadas sin mucho que decir y tanto por contar, es el sector más vulnerable ante la pandemia de COVID-19, pero esto no detiene a los salvadoreños adultos mayores que tienen que salir a las calles a buscar el pan diario o verificar si es beneficiario del subsidio económico que brinda el Gobierno salvadoreño.
Desde tempranas horas del día, tal como establecieron las autoridades de Gobierno, se atienden a los adultos mayores y mujeres embarazadas en las agencias bancarias, para otorgar el beneficio económico o poner el respectivo reclamo al no ser considerados para este beneficio. Solos en su mayoría, y algunos pocos apoyados por familiares o un par de ruedas los salvadoreños no se dejan vencer y siguen recorriendo su camino para enfrentar cualquier adversidad. Su edad no es impedimento para salir adelante.
El Gobierno ha iniciado esta semana con la entrega de beneficio económico de 300 dólares, fondos que servirán para atender las primeras necesidades de 1.5 millones de familias que hoy tienen dificultades para asumir sus gastos debido a la cuarentena.
La gran mayoría de los beneficiarios de estos fondos, son adultos mayores, como cabezas de hogar, que en su gran mayoría son los encargados de llevar alimentos con sus trabajo, en su gran mayoría trabajo informal, que ha tenido que detenerse por el riesgo de COVID-19.
Ante esto, el Gobierno de Nayib Bukele ha dejado claro que esta ayuda económica, si bien es para familias, la prioridad son adultos mayores y mujeres embarazadas para su atención, Pese a ello, hay muchos adultos mayores que aún permanecen en las calles, bajo una realidad silenciosa en la que les toca vivir el día a día, poniendo en riesgo su salud para ganarse el pan diario, ya que no fueron beneficiarios de esa economía.