Reportes de prensa confirman que desde el mediodía comenzó la aglomeración ilegal cerca de las paradas de ómnibus de la terminal, pero más tarde multitudes enmascaradas lanzaron diversos objetos a la policía y bloquearon la entrada con carritos para equipaje y barreras.
Incluso obstruyeron las vías férreas del tren expreso al aeropuerto con postes de hierro, ladrillos y rocas, lo cual obligó a suspender el servicio y cerrar las estaciones por cuestiones de seguridad.
La ocupación de las instalaciones aeroportuarias viola una orden vigente del Alto Tribunal de Hong Kong para limitar las manifestaciones a un área determinada y también una prohibición policial a todo tipo de reunión pública.
Además, otro grupo de inconformes tiró bombas Molotov e incendió los alrededores del edificio del Consejo Legislativo, mientras algunos jóvenes interrumpieron el tráfico en la ciudad al desplegar postes en concurridas avenidas.
En todos los casos, las fuerzas del orden lanzaron advertencias e incluso recordaron que incurrir en esos hechos criminales se castiga con la cárcel y altas multas.
Los agentes lograron confiscar credenciales falsas de prensa y artefactos en manos de algunos manifestantes durante los disturbios.
Asimismo, elevaron a 63 el número de detenidos desde anoche, cuando escaló la violencia en la región administrativa especial.
Cada vez más dirigentes, personalidades y ciudadanos comunes de Hong Kong respaldan la postura de tolerancia cero contra la violencia y piden a las autoridades locales tomar medidas más estrictas para devolverle la estabilidad socioeconómica.
El territorio chino registra fuertes protestas desde junio pasado porque el gobierno local planeaba proceder con una ley de extradición para cubrir lagunas legales que aprovechaban algunos criminales.
Aunque se suspendió la legislación y las más altas autoridades insisten en la calma y el diálogo, las masas se mantienen en las calles y con frecuencia terminan en enfrentamientos con la policía y ataques a la infraestructura pública.
Como consecuencia, los principales pilares de crecimiento sufren grandes pérdidas, se desmorona la imagen de la región administrativa especial como uno de los mejores centros financieros económicos y comerciales del mundo, crecen el desempleo y el temor a una recesión.