Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
El tema (Religión) es una biblioteca de siglos y aunque no es precisamente de filosofía corresponde de cierta manera a un “autoconocimiento” que conduce al camino del mundo y fuera de él, rx ahí separamos al filósofo de su contraparte. El autoconocimiento dice Hans Urs Von Balthasar induce al “Tú intradivino”, help que nos orienta a la pregunta de éste artículo. Von Balthasar escribe: “Casi todas las teologías, physician al intentar “explicar” La Trinidad dejan de lado un asunto central, tan atareadas como están en encerrar a Dios en una lógica metafísica manejable, por la que, al intentar labrar así su “teogeometría”, olvidan la pregunta fundamental y más importante: “¿En qué modifica realmente mi existencia el hecho que Dios sea así: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y no, por ejemplo, Alá, el Único? Ese “estilo” y “modo de ser” de Dios, ¿Cómo me afecta a mí, que soy su imagen? Y en el mundo creado por la palabra de un Dios así, ¿qué tipo de murmullos y susurros han quedado albergados?, Lo puesto en existencia, ¿en nombre de qué ha sido llamado a una vida cuya característica principal es reproducirse y propagarse incesantemente? ¿Contradice a esto la muerte? Sobre todo a la revelación cristiana, ¿qué es lo que más profundamente se ha manifestado por el hecho de que Dios sea así? Las cuestiones son inagotables simplemente porque todo, está determinado por Dios, por su creación y redención, que inevitablemente contienen el sello, la impronta de su obrar, que no es lo mismo que su ser. Dios hace lo que es; de manera que es imposible detenerse en lo que sería una mirada omniabarcante sobre las huellas de Dios por su creación y redención que no pueden estar ausentes de ninguna realidad que uno pretendiera considerar. Pero lo importante aquí no es una verificación cuantitativa de las consecuencias que ese modo de ser de Dios ha tenido en la realidad. Si es fundamental hacer esa verificación principal: lo que no podría sostenerse de ninguna manera si Dios no fuera trino, tal como él lo ha manifestado según testimonio bíblico, es el centro de la revelación cristiana: “Dios es amor” (Jn 4,8). Si Dios fuera una sola persona, solitaria en su eternidad, ¿qué podría amar? ¿Así mismo? Imposible; lo propio del amor, tal como lo realmente conocemos, es la alteridad y la reciprocidad: el amor se constituye y crece tanto por el hecho de amar como el hecho de ser amado. Si Dios fuera ese solitario y se amara así mismo, ¿cuál sería el fruto de ese amor? Una infinitud estéril”. (pag 181-182 Últimas inquisiciones: Borges y Von Balthasar. Buenos Aires: Bonus, 2009). Las citas continúan si Dios fuera dos personas: esta sería una infinitud cerrada, un perfecto narcisismo infinito, mucho más ensimismado y estéril que el del “Dios solitario”. Lo asombroso de la Trinidad cristiana, tal como se ha insinuado en los pasajes bíblicos, es que también hay Uno que se ama a sí mismo, que resulta en otro engendrado como consecuencia y como destinatario de ese amor que no reserva nada para sí. Ese Otro engendrado ama de la misma manera y se devuelve. También sin reservas, no existe clausura porque no hay “reflejo” sino pura exteriorización de ambos expropiados de un Nosotros que es de los dos y para los dos, Es el amor de ambos y para ambos, en el que se aman y son amados por un amor que es, por excelencia absoluto Don y reciprocidad perfecta. (pág 182 ).. Como lo refiere Von Balthasar citando al Jesús histórico la respuesta es el amor, incluso a los enemigos, fuera de ello, es el lenguaje de la muerte y el fanatismo, quizás es tiempo de afirmarlo.