@arpassv
El ministro de Hacienda Carlos Cáceres se pronunció a favor de incrementar el IVA, contradiciendo el discurso gubernamental y contrariando el compromiso del propio Presidente Salvador Sánchez Cerén de no aumentar este impuesto regresivo y no aceptar las draconianas recetas de ajuste fiscal que pretende imponer el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“El IVA debería aumentar en un 16% ó 17% porque el Estado necesita recaudar más dinero”, dijo ayer en una entrevista televisiva. “El IVA se debería subir a al menos el 15% y buscar un mecanismo que compense a los pobres”, recomendó el ministro, cuya renuncia o destitución ha sido solicitada por varias organizaciones de izquierda aliadas del gobierno, entre éstas la Alianza Social por la Gobernabilidad y la Justicia (ASGOJU).
Las preocupantes declaraciones de Cáceres hacen necesario que, si el Presidente Sánchez Cerén no tiene la entereza y el sentido de corrección para despedirlo, al menos aclare que ésa no es la postura de su gobierno.
Las organizaciones progresistas, sectores democráticos y toda la población honrada deben rechazar lo expresado por el titular de finanzas del Ejecutivo, porque la solución a la crisis fiscal no es aumentar la carga tributaria a la población consumidora. El camino es combatir más eficiente y efectivamente la evasión tributaria que supera los 1,500 millones de dólares anuales según la UCA, 1,800 millones según OXFAM y más de 2,000 millones según el propio Ministerio de Hacienda.
También eliminar las exenciones tributarias a grandes empresas y combatir la elusión o “evasión legal”. Además, la aprobación de una política fiscal progresiva donde “paguen más quienes tienen más”, la reforma al sistema de pensiones, la renegociación de la deuda pública y el combate frontal contra la corrupción.
Las afirmaciones de Cáceres son impropias de un funcionario de un gobierno progresista, de izquierda o que priorice los derechos de la población por encima de los intereses de las grandes empresas. Su permanencia como ministro es una terrible contradicción del gobierno de Sánchez Cerén.
Lo mismo puede decirse del ministro de Economía Tarzis Salomón, quien ha contrariado al gobierno criticando el reciente aumento al salario mínimo. Sus declaraciones envalentonan a las empresas que no quieren pagar el referido incremento salarial.
Ojalá que las declaraciones del ministro de Hacienda animen a las organizaciones revolucionarias, progresistas y democráticas a exigir cambios en el gobierno. Cambios en las estrategias políticas, en la política económica y en el funcionamiento del gabinete.