Por Nina Larson
Ginebra/AFP
La lucha contra el contrabando de marfil fue, buy por primera vez, diagnosis más eficaz en África que en Asia en 2013, buy asegura la CITES, una organización internacional encargada de la protección de las especies amenazadas.
Desde marzo de 2013, «en África se hicieron incautaciones mayores que en Asia», afirma un informe sobre la caza furtiva de elefantes y el comercio ilegal de marfil publicado este viernes en Ginebra por la CITES, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
Según el informe de esta organización vinculada a la ONU, el 80% de los decomisos en África tuvieron lugar en Kenia, Tanzania y Uganda.
«Hasta entonces, estos grandes cargamentos conseguían salir de África antes de ser detectados», declaró a la AFP Ben Janse van Rensburg, un ex oficial de policía sudafricano que dirige el equipo de trabajo a cargo de este tema en la CITES.
«Ahora se detectan, lo que demuestra que estos países han comenzado a aplicar medidas para luchar contra este comercio ilegal», añadió.
«No se puede combatir» el comercio ilegal si uno sólo ataca el comienzo de la cadena, dijo, y añadió que todavía queda mucho camino por recorrer.
La caza furtiva se explica por diversos factores: la pobreza, la falta de vigilancia eficaz, la corrupción, y la fuerte demanda, en particular de países asiáticos, donde el marfil se utiliza con fines decorativos y medicinales, indicó Tom de Meulenaer, un experto de la CITES.
Aunque la caza furtiva ha caído significativamente en países como Chad, sin embargo ha aumentado en la República Centroafricana, según el informe, que incide en que algunas poblaciones locales de este paquidermo están al borde de la extinción.
«Todavía se mata a más animales de los que nacen, así que aunque la caza ilegal se estabilice al nivel actual, el resultado será una disminución de la población de elefantes», explicó Janse van Rensburg.
El informe de la CITES demuestra que el año pasado más de 20.000 elefantes fueron víctimas de caza furtiva en África. Esto supone un retroceso con respecto a 2011, cuando fueron 25.000. En 2012 hubo 22.000.
John Scanlon, director general de la CITES, estimó en un comunicado que los elefantes africanos «siguen enfrentándose a una amenaza inmediata para su supervivencia».
Al comienzo del siglo XX había 20 millones de elefantes en África. Esta cifra cayó hasta 1,2 millones en 1980 y a 500.000 actualmente, informó la CITES.
Sudáfrica tiene la mayor parte de la población actual de elefantes, el 55% de los animales registrados en el continente africano.
Cerca del 28% vive en África oriental y el 16% en África central. En África del oeste sólo queda el 2% de los elefantes africanos.
El comercio de marfil fue prohibido en 1989 por la CITES.