Por Dario Thuburn
Londres/AFP
La disminución de los nacimientos podría contribuir en las próximas décadas a un «milagro económico» en el África subsahariana, según un informe anual del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), publicado este martes.
Según este informe, unos 59 países, en su mayoría situados en África, podrían beneficiarse de un «dividendo demográfico», cuando la población en edad de trabajar supere en número al resto, gracias a la disminución de la natalidad.
«El ‘milagro económico’ vivido en las economías del este de Asia podría convertirse en realidad en numerosos países de los más pobres actualmente», afirma.
Este cambio demográfico podría también favorecer la transición democrática, según el informe.
La franja de edad de entre 15 y 24 años conoció un pico en 2010 en los países menos desarrollados y después «comenzó a bajar». El resultado es que la población en edad de trabajar se habrá duplicado antes de 2050.
Así, en el país más poblado de África, Nigeria, este cambio demográfico implicaría «triplicar la renta por habitante antes de una generación», si viene acompañado de políticas adecuadas y de inversiones, destaca el UNFPA.
Esta agencia de la ONU insta a los gobiernos de los países concernidos a prepararse para aprovechar «esta oportunidad única» mediante la inversión en sanidad y educación, la mejora de su gobernanza y la puesta en marcha de las infraestructuras necesarias.
«Deben realizarse las inversiones adecuadas en educación, particularmente en la de las niñas. Las niñas deben ir al colegio, deben continuar allí hasta alcanzar una cierta madurez», declaró a la AFP el director ejecutivo del UNFPA, el nigeriano Babatunde Osotimehin.
El informe recuerda que las mujeres en los países en vías de desarrollo «tienen generalmente más hijos de los que desean», y que cientos de millones de ellas «tienen una necesidad no satisfecha de métodos anticonceptivos más modernos».
«Actualmente, hay más de 220 millones de mujeres que quieren una planificación familiar y no la tienen», destacó Osotimehin.
El informe subraya la experiencia en el este de Asia -China, Hong Kong, Japón, Corea del Sur y Singapur-, donde la renta anual media casi se cuadruplicó entre 1965 y 1995 gracias al dividendo demográfico.
«Si los países del África subsahariana realizan las inversiones adecuadas y adoptan políticas para mejorar las oportunidades ofertadas a los jóvenes, sus dividendos demográficos combinados podrían ser enormes», aseguró el investigador de la universidad de Harvard David Bloom, citado en el informe.
Bloom los cifra en «un tercio del PIB actual de la región», esto es, en al menos 500.000 millones de dólares anuales (400.000 millones de euros) durante tres décadas.
La tasa de natalidad mundial pasó de una media de seis hijos por mujer en los años 1950 a 2,5 actualmente.
Sin embargo, al igual que en los países occidentales, el «dividendo demográfico» puede acabar presentando riesgos.
«Un gran número de jóvenes podrían verse contribuyendo principalmente de manera individual a las pensiones y gastos de salud de la población de avanzada edad».
Latinoamérica: muchos jóvenes ahora, no tantos en el futuro
Por su parte, Latinoamérica, que ya no es tan joven ahora como antes, tiene que ver a sus jóvenes como una oportunidad.
Si en 1980 la inmensa mayoría de los países de Latinoamérica y el Caribe tenían más de un 30% de jóvenes de entre 10 y 24 años, en 2015 la mayoría estará por debajo de esa barrera.
El mejor acceso a anticonceptivos y el desarrollo económico han hecho que las mujeres latinoamericanas tengan menos hijos.
La región de América Latina y el Caribe tiene una población de 618 millones de personas, de las cuales el 27%, es decir 165 millones, tienen entre 10 y 24 años.
La tasa media de crecimiento anual de la población es de 1,1% y la tasa de fecundidad de 2,2 hijos por mujer.
En este sentido, la región latinoamericana y del Caribe tiene unos indicadores medios, entre la región con el crecimiento más alto, que es África Occidental y Central -2,7% de crecimiento y 5,6 de fecundidad- y las regiones más desarrolladas -0,3% de crecimiento y 1,7 de fecundidad-, que podrían acabar encontrándose con una población muy envejecida.
Por «regiones más desarrolladas», el informe entiende Europa occidental, América del Norte -salvo México, incluida en Latinoamérica-, Australia, Nueva Zelanda y Japón.
Aún así, advierte el informe, en América Latina y el Caribe «la mayoría de los países consideran que los factores socioculturales son un obstáculo importante para la aplicación de políticas en favor del bienestar de los adolescentes».
«Otros análisis revelan que estos factores suelen estar asociados con posturas conservadoras sobre las relaciones sexuales prematrimoniales y el uso de anticonceptivos».