Samuel Amaya
SamuelAmaya98
El Parlamento Centroamericano, en coordinación con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, (FPNU) y la UNESCO, desarrolló el conversatorio “Derechos de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes e impacto del COVID-19”, con el fin de conocer la situación actual de los pueblos indígenas. En este conversatorio participó la diputada del PARLACEN, Blanca Flor Bonilla y representantes de redes y asociaciones afrodescendientes.
De hecho, parte del conversatorio se basó en exponer las dificultades que han enfrentado los habitantes de pueblos originarios ante la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19, limitando así, el acceso a los derechos básicos como la salud, educación y la alimentación, pero han podido seguir adelante a pesar de dichas limitantes. Además, aseguraron que en estos tiempos de COVID-19, las que sufren más son las mujeres indígenas, porque les hace falta agua, un líquido que es vital para la supervivencia humana.
Según dijeron los representantes de pueblos originarios, curan sus enfermedades con medicinas naturales, llámese, hiervas, té de jengibre y de limón, hojas de naranja, entre otras, ya que las plantas son las armas necesarias para el combate de enfermedades.
A través de un estudio por la Asociación Azul Originario “hay muchas mujeres que son madres de familia y no devengan un salario. La mayoría de personas afrodescendientes en el país vive en las zonas rurales”, comento Ana Yanci, una representante de pueblos afrodescendientes del departamento de Ahuachapán. Las autoridades detallaron que existen 7,441 personas que se identifican como afrodescendientes a nivel nacional.
Según comentaron, el sometimiento, discriminación, despojo de tierras y exterminio poblacional indígena los obligó desde principios del siglo XX a abandonar progresivamente su identidad como estrategia de supervivencia. Esto mermó progresivamente las características multiculturales y multiétnicas en el territorio.
Sin embargo, algunos colectivos han logrado resistir hasta el periodo actual, heredando parte de esa riqueza cultural que aporta multiplicidad de miradas y soluciones a los problemas actuales, y constituyen una herramienta para el desarrollo que se fundamenta en experiencia y saberes populares acumulados; razón por la que deben ser conocidas y fomentadas, argumentaron. Ana Yanci dijo que actualmente están luchando por el derecho del reconocimiento constitucional de la comunidad afrodescendientes en El Salvador. Agregó que ni este Gobierno, ni los anteriores han querido respaldar a estos pueblos originarios, incluso menos, en la Constitución de la República.
Yanci agregó que han tratado de hacer su propio censo sobre aquellas personas que se identifican como afrodescendientes, “jamás una entidad ha puesto los ojos en la comunidad afrodescendientes“. De hecho, dijo que El Salvador, “es el único país que no ha reconocido a los habitantes afrodescendientes“
La diputada Blanca Flor Bonilla expresó la importancia de reconocer la diversidad cultural de una sociedad, para que se gobierne y conviva de manera inclusiva, respetuosa y en paz con base al desarrollo; ya que aporta a las personas, valores de tolerancia, cooperación, aprecio y respeto hacia los demás.