@arpassv
La Mesa Nacional frente a la Minería y otras organizaciones ecologistas han llamado la atención sobre la ausencia de temas ambientales en las propuestas legislativas de la mayoría de partidos y candidatos.
A excepción del gobernante FMLN que recoge en su plataforma las principales demandas del movimiento ambiental, los participantes en la campaña para la elección legislativa no tienen en su oferta programática medidas orientadas a resolver problemas graves como la contaminación y la desprotección de los recursos hídricos.
Los partidos de derecha ni siquiera se refieren a propuestas como las leyes de agua, de soberanía alimentaria y de prohibición de agrotóxicos, ni a la reforma constitucional que reconoce el agua y la alimentación como derechos.
Las organizaciones ambientalistas incluso temen que una eventual mayoría legislativa revierta la ley prohibitiva de la minería aprobada por unanimidad en marzo del año pasado.
Presionada por la postura de la Iglesia Católica, la derecha parlamentaria se vio obligada a sumar sus votos; sin embargo, la relación del precandidato presidencial arenero Carlos Calleja con magnates mineros sugiere que la amenaza de la minería metálica todavía está vigente.
Ojalá que la preocupación del movimiento ecologista sea también de toda la población, para que exija a los partidos retomar las propuestas ambientales urgentes, especialmente la ley de agua.
Otros temas de la agenda ausente en las plataformas legislativas son el combate a la evasión de impuestos y una reforma fiscal progresiva donde “paguen más quienes tienen más”, que haga justicia tributaria y provea los recursos públicos necesarios para atender las necesidades de la gente. Consecuentes con el interés de sus patronos evasores, los partidos de derecha evaden estos temas.
Los partidos conservadores tampoco prometen medidas contra la corrupción y hacen caso omiso a la campaña cívica “ARENA, devolvé lo robado”, con la cual organizaciones progresistas buscan poner en debate la transparencia, la rendición de cuentas y la anticorrupción.
La protección ambiental, la reforma fiscal progresiva y el combate contra la corrupción constituyen, pues, la agenda ausente en el actual debate electoral. La ciudadanía democrática y toda la población honrada deberían presionar.