Cuando la sombra viste tu cuerpo
escondiéndote los pezones verdes
furiosos, por dentro habitándote
las llamas hirientes de tu vestido,
mientras miles de músicos tocan
sonatas y doncellas alumbran
como buscando tus finos poros,
para que tu ropaje verde, verde
como esperanza de ricos frutos
y una reina te bañe con sus
hilos de plata, en medio de jueces
que no duermen porque les asusta
el silencio y se esconden con el fuego
del alba junto al Fahrenheit natural
pero un gusano de conciencia vil
te devora, con hacha, con ira
talando tus pulmones que nos dan
su, savia sangre, gelatinosa,
para formar un distrito asidero,
allí, el silencio nocturno calla,
como exterminará al gusano
pero tu fuerza divina brotará
cuando los humanos viles se hayan
extinguido para siempre
dejando este mundo cruel
¡¡¡Que le asesina sarcásticamente!!!…
Aristarco Azul
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