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Através de una nueva alianza estratégica del Programa Rural Adelante, el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA) recibió $500,000 para fortalecer el área de investigación enfocada en la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, principalmente, para apoyar a más de 10,000 productores del oriente del país.
La zona oriental es parte del corredor seco, que se ve afectado por fenómenos climáticos como la sequía y las altas temperaturas que ponen en riesgo la productividad de las actividades agrícolas; afectando directamente a las economías familiares y poniendo en peligro la seguridad alimentaria.
Por lo que uno de los objetivos de la alianza es apoyando el fortalecimiento de las capacidades del CENTA, principalmente en el área de investigación de prácticas y tecnologías de adaptación al cambio climático, las cuales, una vez sean validadas en condiciones propias de la zona oriental del país, puedan ser transferidas a los productores. Con ello, se espera transformar las prácticas de producción agrícolas para volverlas resilientes.
“Tenemos un Centro de Investigación olvidado, tenemos una Escuela Nacional de Agricultura y una agricultura olvidadas. Hay carencia de tecnología en El Salvador, falta de recursos y falta de articulación generada en los últimos treinta años. Eso nos llevó a ser el país menos competitivo de la región”, indicó el ministro de Agricultura, David Martínez.
Los fondos a ejecutar por el CENTA en el marco de esta alianza estarán destinados a la contratación de personal temporal para el desarrollo de investigaciones, compra de equipos y materiales necesarios para desarrollar las nuevas tecnologías; además, se invertirá en capacitaciones para los investigadores de la institución en temas relacionados al desarrollo de investigaciones con un enfoque de adaptación al cambio climático.
Se prevé que en el 2021 se implementen tres tecnologías que fueron seleccionadas a partir de la oferta tecnológica que el CENTA tiene disponibles para ser validadas o transferida a productores. Una de ellas es la producción de la semilla de Tomate CENTA Cuscatlán, una variedad mejorada, de polinización libre y con resistencia a las altas temperaturas y la humedad residual; por ello, se recomienda la siembra de esta nueva variedad en la zona del corredor seco.
Una segunda tecnología es la reproducción de material vegetativo de zacate de corte identificado como OM22, el cual tiene mayor nivel de proteína, lo que ayuda a reducir emisión de gas metano CH4; este material no posee vellosidades, una característica deseable para un mejor manejo, siendo un material genético con mayor producción de biomasa.
La tercera es una práctica que apoyará a los apicultores, consiste en el uso de dispositivos móviles y de mallas plásticas en apiarios; el objetivo de esta nueva práctica permite cosechar propóleo de mayor calidad y crear un microclima favorable al interior de las colmenas.
Con la implementación de estas nuevas tecnologías se apoya a los productores para que puedan transformar sus prácticas y convertirse en productores resilientes.