Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“Es una amenaza letal para Tecoluca (San Vicente), ya que el 75 % del territorio está completamente acaparado por el monocultivo de la caña de azúcar, y los impactos que producen los agrotóxicos de la caña en nuestro país, puede tener mayor impacto que el Cambio Climático”, dijo Bernardo Belloso, de CRIPDES, en el Día Mundial de Lucha contra la Transnacional Monsanto.
UCRES, CRIPDES, UNES, Voces en la Frontera, ARUMES y FESPAD, realizaron un pronunciamiento en el cual expresaron su preocupación por las implicaciones que genera este modelo agroexportador, que solo genera enriquecimiento de los ingenios en contra la salud de la población y la contaminación del medio ambiente en el país.
“Hemos denunciado desde hace varios años la suspensión de varios productos agroquímicos y ha sido una lucha de muchas organizaciones ambientalistas, sociales y religiosas para que la Asamblea Legislativa junto al órgano Ejecutivo, prohíban varios productos que deterioran la salud de la población y no solo en Tecoluca, sino a nivel nacional”, señaló.
Otro aspecto que destacó Belloso es el ámbito social, previendo que a futuro podría haber conflictos sociales entre los pobladores y los representantes o dueños de los ingenios azucareros distribuidos en el territorio nacional. Se refiere a la usurpación de tierras del Estado y de las comunidades que consideran graves violaciones a los derechos humanos.
“Otro problema es el deterioro y destrucción de las zonas boscosas en el Bajo Lempa. La producción de caña de azúcar o parque cañero está destruyendo los bosques salados (manglar) pero también los bosques de agua dulce (galería). En los bosques salados tapan cañones o drenajes de desagüe naturales que afecta a las especies marinas y las afectaciones no solo serán en la zona costera, sino a nivel nacional”, consideró.
La Enfermedad Renal Crónica (ERC), según el estudio realizado por el Ministerio de Salud (MINSAL), refiere que este padecimiento podría desarrollarse por causas tradicionales como hipertensión, diabetes u obesidad o también por causas no tradicionales como la exposición tóxico laboral o ambiental, metales pesados, inadecuado manejo de la higiene ocupacional, estrés término (altas temperaturas) y la deshidratación. Además, lo calificó como una “Epidemia Emergente y Catastrófica”.
“Anualmente, los agroquímicos son responsables de la intoxicación directa de 1 de cada 1000 salvadoreños (94,6 casos de intoxicación por cada 100,000 habitantes) sin considerar los altos índices de enfermedades como el cáncer, daños al sistema nervioso, al sistema hormonal y otros padecimientos”, afirmó, Sonia Gutiérrez, integrante de ARUMES.
Gutiérrez lamentó que la agroindustria cañera alegue que este monocultivo es generador importante de fuentes de trabajo, productor de divisas que fortalecen la economía nacional; sin contextualizar todas las vulneraciones a derechos tan fundamentales como la salud, la vida, así como, un trabajo con salarios dignos con jornadas ni extenuantes ni en condiciones precarias.
“Las estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR) indican una tendencia sostenida en el incremento de la producción y comercialización de azúcar. En 2018 la venta fue 178.2 millones de dólares, en el 2019 alcanzó los 193.3 millones de dólares y en el 2020, pese a la pandemia por COVID-19, comercializaron el azúcar por el monto de 215.6 millones de dólares y todo indica que este año experimentará un crecimiento”, reafirmó Gutiérrez.
Las organizaciones que se unieron en la “Acción Global contra Monsanto”, tiene su importancia ante las miles de toneladas de agrotóxicos que distribuyen alrededor del planeta en donde no están prohibidos y también de sus semillas transgénicas, explicó Luis González, de la UNES, al señalar los altos costos y el impacto que generan en la vida de las comunidades agrícolas y ecosistemas.
“Los agrotóxicos tienen impacto en otro tipo de alimentos también, por la gran cantidad que se utiliza como el Glifosato, un herbicida que se utiliza como madurante para concentrar el azúcar dentro de la caña. Pero en un campo de legumbres o cereales es un químico que seca las hierbas lo que genera inseguridad alimentaria. Puede caer en aves de corral, en los peces del río o incluso en una escuela cerca de un cultivo de caña, los niños y niñas son impactados en su salud”, explicó González. Sobre el control de estos agroquímicos, González agregó que se han logrado prohibir 43 agrotóxicos, pero a nivel de la Asamblea Legislativa (2012-2014), la petición es que se prohíban 53 de estas sustancias venenosas, entre las que se encuentran varias de la “docena sucia”, que son compuestos orgánicos persistentes que dañan animales, medio ambiente y muerte de personas, que han sido prohibidos en Europa, Canadá y otros países”. “Y debemos decir, que ese decreto fue observado por el expresidente (Mauricio) Funes y luego no fue superada la observación que era con mayoría simple (43 votos) luego, hubo otros intentos para que fueran prohibidos pero no hubo los consensos, pese a que se logró un acuerdo entre los ministerios de Salud, Agricultura y Ganadería y Medio Ambiente, la PDDH y otros, pero ahora, el expediente que estaba ahí, lo mandaron a archivo”, señaló inconforme González.
Las organizaciones reiteraron sus demandas a la nueva Asamblea Legislativa, para que prohíba los 53 agrotóxicos, considerados en el Decreto #473; y a los ministerios de Agricultura y Ganadería (MAG) hacer efectiva las prohibiciones y regulaciones en prácticas como riego aéreo, quema de cultivos de caña de azúcar y el freno a la expansión de este cultivo y evitar negociaciones con la transnacional Monsanto.
Mientras, al Ministerio de Salud exigen garantizar de forma efectiva el derecho a la salud de las personas afectadas por la Enfermedad Renal Crónica debido a la exposición de estos agrotóxicos y al Ministerio de Trabajo a tutelar los derechos de los trabajadores agrícolas y aplicación de normas de salud y seguridad ocupacional.