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Cada 7 de septiembre se celebra el Día de los Farolitos, una tradición religiosa católica y originaria de Ahuachapán. Estos farolitos iluminan las calles del municipio de Ahuachapán y otros municipios vecinos. Foto: Diario Co Latino / Archivo.

Ahuachapán Centro será capital del país el 7 de septiembre por el Día de los Farolitos

Samuel Amaya
@SamuelAmaya98

Ahuachapán Centro será la capital de El Salvador el próximo 7 de septiembre por celebrar el “Día de los Farolitos”, noche en que las casas, calles y parques de Ahuachapán se iluminarán con miles de luces de colores para celebrar el nacimiento de la Virgen Niña; así lo aprobó la Asamblea Legislativa, con 59 votos.

Debido a que los habitantes celebrarán el “Día de los Farolitos”, festejo considerado como Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador desde 2014 los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron con 59 votos declarar a dicho municipio “Capital de la República de El Salvador por un Día”.

Dicha municipalidad -integrada por los distritos de Ahuachapán, Apaneca, Concepción de Ataco y Tacuba- festeja esta tradición popular religiosa colocando farolitos artesanales y elaborando diseños creativos y con ello establecen un ambiente alegre para los miles de visitantes nacionales y extranjeros.

En el desarrollo de la sesión plenaria número 17, se expuso que en el artículo 131 de la Constitución de la República se establece que le corresponde a la Asamblea Legislativa conceder a personas o a poblaciones los títulos y distinciones honoríficas y gratificaciones compatibles con la forma de gobierno establecida, esto debido a los servicios relevantes prestados a la Patria.

Según la historia, la tradición de iluminar la ciudad de Ahuachapán, sitio en donde se dio origen esta conmemoración, se celebra aproximadamente desde mediados de siglo XIX. En el pasado, la fiesta iniciaba siete días antes del nacimiento de la Virgen (8 de septiembre).

“Esta celebración tiene poco más de 170 años y encierra dos versiones de cómo surgió. La primera es el nacimiento de la virgen; mientras que la segunda es recordar la fecha de que hubo un terremoto, los afectados salieron a las calles y en medio de la oscuridad encendieron velas”, indicó el parlamentario por Nuevas Ideas Estuardo Rodríguez.

A esto último, el legislador se refirió al movimiento telúrico ocurrido en 1850. Por el temor a las réplicas, los pobladores de Ahuachapán durmieron en las calles y alumbraron con candiles, rajitas de ocote y candelas.

Este colorido festejo también es parte de una herramienta para dinamizar la economía local, debido a la gran afluencia de turistas que visitan la zona y con ello se beneficia a los emprendedores, a tour operadores y a los habitantes que comercializan alimentos.

“Las tradiciones culturales y religiosas son de suma importancia para todos los salvadoreños, las cuales a lo largo del tiempo han desempeñado un papel crucial en la construcción de nuestra identidad y la cultura”, concluyó la diputada de Nuevas Ideas, Sharon Salazar.

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